“UN HOMBRE VOLVERIA A NACER PARA PODER CONTEMPLAR LOS CIELOS Y EL UNIVERSO” Anaxágoras

TEXTOS


14.-HORACIO : Odas





HORACIO.-Odas

“…como a mi me place admirar, extraviado, las riberas y el bosque deshabitado” (...ut mihi devio ripas et vacuum nemus mirari libet…)

ODA 11, LIB I
“…Carpe diem , quam minimun crédula postera…

Tu no preguntes- ¡ pecado saberlo!-qué fin a mi , cual a ti dieron los dioses.Leucónoe, ni las babilonias cábalas consultes.

¡Cuanto mejor soportar lo que venga, ya si mas inviernos nos ha concedido Júpiter O si es el último este que ahora deja sin fuerzas el mar Tirreno barriéndose contra los escollos que se le enfrentan.

Sé sabia, filtra el vino y, siendo la vida breve, corta la esperanza larga. Mientras estamos hablando, habrá escapado envidiosa la edad: aprovecha el diía, fiando lo menos posible en el que ha de venir.



ODA 11,LIB II
.”…arida pellente lascivos amores canitie facilemque somnum…”

Deja de preguntarte, Hirpinio Quinto, qué proyecta el belicoso cántabro y el escita, separado de nosotros por la barrera del Adriático, y no tiembles ante la idea de vivir una existencia  que requiera pocas cosas. Alejase hacia el pasado la imberbe juventud y la hermosura, en tanto que la seca canicie pone en fuga los amores caprichosos y el sueño fácil.

No siempre las flores primaverales tienen el mismo primor, ni brilla la luna roja con un mismo rostro siempre, ¿Porque fatigas con pensamientos eternos tu espíritu que no llega a tanto? ¿Porque no nos recostamos así, tranquilamente , bajo el alto plátano o bajo este pino, nos perfumamos con rosas blancos cabellos, mientras nos es posible y, ungidos con nardo asirio, bebemos?

Evio disipa las cuitas voraces ¡Que muchacho rebajará con agua  ahora mismo las copas de ardiente Falerno? ¿Quien sacará de su casa a Lide, la descarriada meretriz? Rápido, dile que se apresure con su lira de marfil, sujetando sus cabellos con un nudo bien compuesto, según costumbre de Laconia.



ODA 10 , LIB II
“…Auream quisquis mediocritatem diligit…”

Mas rectamente vivirás Licinio si dejas den navegar siempre por alta mar y evitas acercarte demasiado al litoral peligroso, al tiempo que , con cautela, sientes horror ante las borrascas.
El que elige la dorada medianía, carece, bien protegido, de la soerdidez de una casa vieja, carece en su sobriedad, de un palacio que cause envidia.

Los vientos zarandean con mas frecuencia  el pino alto, y las torres elevadas caen con mas grave derrumbamiento, hiriendo los rayos los picos  mas altos de las montañas.

El pecho bien preparado aguarda una suerte distinta en las situaciones desfavorables, la teme en las propicias.

Júpiter trae los desapacibles inviernos, el mismo se los lleva. Si ahora te va mal, no será así también en el futuro. De vez en cuando  provoca Apolo con su citara a la musa silenciosa y no siempre tiende su arco.

En los momentos difíciles muéstrate animosos y fuerte; mas también aprende a replegar las vedlas hinchadas por un viento demasiado favorable.





ODA 31,LIB I
“…integra cum mente, nec turpem senectam degere nec cithara carentem.”

¿ Que pide a Apolo el poeta en el momento de la consagración de su templo?¿Que le solicita, mientras de su pátera derrama vino nuevo?. No las mieses fecundas de la fértil Cerdeña, no los rebaños placenteros de la calurosa Calabria, no el oro ni el marfil de la India, no las campiñas que el Liris, rio silencioso, remueve con  su apacible corriente.

Aquellos a quienes la Fortuna concedio una viña, pódenla con podadera de Cales; y que en cálices dorados apure el vino, comprado con mercancía de Siria, el opulento comerciante, querido por los mismos dioses, puesto que contempla impunemente  tres y cuatro veces al año la lisa superficie del Atlántico.

A mi me mantiene las aceitunas, las achicorias y las digestivas malvas.

Concédeme también a mi, hijo de Latona, que, gozando de salud, disfrute de los bienes que adquirí, pero- te lo suplico- que sea con mis plenas facultades mentales sin que viva yo una vejez gravosa y privada de cítara.
………………….

Al que posee muchas riquezas, no le llamarás feliz con toda razón; más razonadamente se adueña de ese nombre quien sabe usar con sabiduría de los dones de los dioses y soportar la penosa pobreza

Y tema la infamia mas que la muerte, no medroso de morir por sus amigos queridos o por su patria ( ODA IX, Lib IV)
………………

¿Porque no tuve cuando era joven el mismo juicio  que tengo hoy o porqué no regresan  las mejillas  imberbes  a mis pensamientos de ahora  ( ODA 10,lib IV)


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XI,lib i

Tu ne quaesieris (scire nefas) quem mihi, quem tibi
finem di dederint, Leuconoe, nec Babylonios
temptaris numeros. Vt melius quicquid erit pati!
Seu pluris hiemes seu tribuit Iuppiter ultimam,
quae nunc oppositis debilitat pumicibus mare               5
Tyrrhenum, sapias, uina liques et spatio breui
spem longam reseces. Dum loquimur, fugerit inuida
aetas: carpe diem, quam minimum credula postero.



XXI,Lib I
Quid dedicatum poscit Apollinem
uates? Quid orat, de patera nouum
 fundens liquorem? Non opimae
 Sardiniae segetes feraces,

non aestuosae grata Calabriae               5
armenta, non aurum aut ebur Indicum,
non rura, quae Liris quieta
mordet aqua taciturnus amnis.

Premant Calena falce quibus dedit
Fortuna uitem, diues et aureis               10
mercator exsiccet culillis
uina Syra reparata merce,

dis carus ipsis, quippe ter et quater
anno reuisens aequor Atlanticum
inpune: me pascust oliuae,
me cichorea leuesque maluae.               15

Frui paratis et ualido mihi,
Latoe, dones, at, precor, integra
cum mente, nec turpem senectam
 degere nec cithara carentem.   




X, lib II

Rectius uiues, Licini, neque altum
semper urgendo neque, dum procellas
cautus horrescis, nimium premendo
litus iniquom.

Auream quisquis mediocritatem               5
diligit, tutus caret obsoleti
sordibus tecti, caret inuidenda
sobrius aula.

Saepius uentis agitatur ingens
pinus et celsae grauiore casu               10
decidunt turres feriuntque summos
fulgura montis.

Sperat infestis, metuit secundis
alteram sortem bene praeparatum
pectus. Informis hiemes reducit               15
Iuppiter, idem

summouet. Non, si male nunc, et olim
sic erit: quondam cithara tacentem
suscitat Musam neque semper arcum
tendit Apollo.               20

Rebus angustis animosus atque
fortis appare; sapienter idem
contrahes uento nimium secundo


turgida uela.


Oda IV,7


Diffugere nives, redeunt iam gramina campis


arburibusque camenae;
mutat terra vices, et dcrscencia ripas
flamina praeterunt;
Gratia cum Nynphis , monet annus et almum
quae rapit hor diem;
frigora mitescunt Zephrys, ver poterit aesta
interitura simul
pomifer Autumnus fruges effuderit, et mox
bruma recurrit iners.
damna tamen celeres reparant caelestia lunae
nos ubi decidimus
quo pater  Aeneas quo Tullus dives et Ancus
pulvis et ubra sumus.
quis scit an adiciant hodierne crastina summae
tempora di  supere?
cuncta manus avidas  fugient heredis,
quae dederis animo
cum semel occideris et de te splendida Minos
fecerit arbitria,
non Torecuate genus, non te facundia, non te
restituet pietas;
infernis neque enim tenebris Diana pudicum
liberat Hippolytum
nec Lethaea valet Theseus abrumpere caro
vincula Perithoo.


Se fueron las nieves, ya vuelve la hierba a los campos y el árbol
su cabellera;  cambia
de modos la tierra y los ríos decrecen corriendo de nuevo
por los cauces de siempre;
la Gracia y las Ninfas, hermanas gemelas, desnudas se atreven
a dirigir sus coros
“No esperes nada inmortal” aconsejan el año y las horas
que al nuevo dia arrebatan.
Expulsan el frío los Zéfiros; la primavera al verano
cede, que , por su parte,
morirá al traer su fruto el pomífero otoño; y al punto la inerte
bruma vendrá. Pero ágil
repara la luna en el cielo sus menguas; nosotros en cambio,
allí una vez caidos
donde Eneas el padre se encuentra con Tulo el dichoso y con Anco,
polvo y somra ya somos.
¿ Quien sabe si van a agregar un mañana a la edad transcurrida
Los dioses de allá arriba?
El regalo amistoso que a tu alma hayas dado, a las ávidas manos
escapará de quienes
a heredarte se presten. En cuanto estés muerto y dictado haya Minos
su sonora sentencia
sobre tu alma, ya nunca, Torcuato, treránte a este mundo tu estirpe
o elocuencia o piedad.
Así a Hipólito el casto no pudo Diana librar de la noche
infernal ni capaz
de romper las leteas cadenas que al caro Piritoo ligaban


fue el poder de Teseo.
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Horacio, Odas IV,9

(…)

Paulum sepultae distat inertiae
celata virtus, non ego te meis
chartis inornatum sileri,
totve tous patiar labores

impune Lolli, carpere lividas
oblivions, est animus tibi
rerumque prudens et secundis
temporibus dubiisque rectus,


vindex avarae fraudis et abstinens
ducentis ad se cuncta  pecuniae
consulque non unius anni,
sed quotiens bonus atque fidus

iudex honestum praetulit utili,
reiecit alto dona nocentieum
vultu, per obstantis catervas
explicuit sua victor arma

non possidentem multa vocaveris
recte beatum: rectius occupat
nomen  beati, qui deorum
muneribus sapienter uti

duramque callet pauperiem pati
peiusque leto flagitium timet,
non ille pro caris amicis
aut patria timidus perire.



(...)

Poco de la escondida cobardía
dista el valor oculto. Pero yo
o callaré en estos poemas
tus laudes, Lolio, ni a dejar voy

que tus muchas fatigas en el lívido
 olvido caigan. Tu ánimo conoce
las cosas y recto camina
en tiempos malos o favorables,

castiga el fraude avaro, no acumula
para si los tesoros; un espíritu
 cuyo consulado no expira
al año, sino que , buen juez siempre

y leal, lo honesto a lo útil antepone,
rehúsa airado el don del que hace daño
y vencedor sus armas lleva
por entre turbas que a ellas se opongan

No llamaras dichoso con justicia
al que mucho posee, mas a aquel
que usar de los dones divinos
sensatamente sabe, la dura

pobreza sobrelleva, el deshonor
peor estima que la suerte misma
Y no teme entregar la vida


por sus amigos o por su patria




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16.- Herodoto :  Historia III,80-83:


Debate sobre  la  mejor forma de gobierno ( 485-425 a.C.)


 Una vez que el tumulto disminuyo y hubieron pasado cinco días, los que se habían sublevado contra los magos tuvieron un debate sobre todo lo sucedido y se pronunciaron  discursos inverosímiles según algunos griegos,  pero que realmente se pronunciaron.  Otanes insistía en poner el gobierno a disposición de los persas, aduciendo las siguientes razones:  “ Soy de la opinión de que un solo hombre no puede convertirse más en monarca nuestro, `pues esto no es agradable ni bueno.  Visteis en efecto , a que extremo llegó el desenfreno de Cambises y habéis comprendido también  el del  mago.  ¿ Cómo podría ser a monarquía algo correcto si le está permitido hacerlo que quiera sin rendir cuentas?, Pues incluso al mejor de todos los hombres,  si se encontrara frente a ese poder, lo apartarla de su forma de pensar habitual.  Nacería en su interior la soberbia por los bienes que tendría a su disposición y la envidia  es innata en los hombres desde el principio. . Con estos dos defectos tiene toda clase de vicios, ;pues saciado como está comete numerosas iniquidades, unas por soberbia, otras por envidia.  De ésta, sin embargo debería carecer el tirano, ya que posee todos los bienes; pero su comportamiento con los ciudadanos es lo opuesto.  Envidia a los mejores mientras sobreviven y están con vida, pero gusta de los peores ciudadanos  y es el más propenso a creer en calumnias.  Y lo mas descabellado de todo: si lo admiras con moderación, se irrita porque no se siente completamente lisonjeado y,. Si alguien lo lisonjea sin reservas, se irrita por considerarlo un adulador.  Pero ya el colmo es lo que voy a decir:  trastoca las costumbres tradicionales, viola a las mujeres y mata a las personas sin juzgarlas.  En cambio, el gobierno del pueblo, en primer lugar tiene el nombre mas hermosos del mundo: isonomía. En segundo lugar , no comete ningún desmán de los que comete el monarca. Desempeña las magistraturas por sorteo, rinde cuentas del cargo y remite todas las resoluciones a la comunidad. Por consiguiente mi opinión es que  prescindamos  de la monarquía y exaltemos al pueblo, pues en la mayoría se halla todo.”

81.-Esta fue la opinión que expuso Otanes mientras que Megabizo recomendó confiarse  a una oligarquía aduciendo las siguientes razones. : “ La propuesta de Otanes de abolir la tiranía la suscribo yo también; pero en su exhortación de otorgar el poder al pueblo no ha acertado con la opinión más adecuada, pues no hay nada más necio no mas dado a los desmanes que una muchedumbre inútil. Es completamente intolerable que unos hombres que intentan huir de una tirano caigan en los del pueblo desenfrenado.  Pues si aquel hace algo lo hace con conocimiento, pero este ni siquiera tiene la posibilidad  de conocer.  ¿Cómo podría tenerla quien no ha recibido educación  ni ha visto nada bueno que le pertenezca y que empuja los asuntos sobre los que se lanza sin sentido ,igual que un rio torrencial?. Así que la democracia dejémosla que la practiquen aquellos que tienen  sentimientos hostiles `para con los persas. Y nosotros hagamos una selección de los hombres más aptos y otorguémosles el poder. Pues entre ellos estaremos también nosotros mismos y lo lógico es que de  los mejores hombres  nazcan las mejores decisiones” Esta fue la opinión que expuso Megabizo.

82.-Darío fue el tercero que Manifestó su opinión con las siguientes palabras: “ Lo que ha dicho Megabizo tocante al pueblo me parece correcto, pero no lo que se refiere a la oligarquia. De los tres regímenes propuestos, pariendo del supuesto de que todos son los mejores de su clase, la mejor democracia, la mejor oligarquía, la mejor monarquía, yo digo que esta ultima e muy  superior. Es evidente que no habría nada mejor que un hombre si es excelente, pues valiéndose de una inteligencia como la suya, gobernaría de forma irreprochable al pueblo y se guardaría el mayor secreto las deliberaciones  contra los enemigos. En una oligarquía, en cambio, al ser muchos los qu eponen su talento al servicio de la comunidad, suele nacer entre ellos violentas rencillas particulares,. Pues al querer cada uno ser jefe él solo,  y hacer prevalecer sus opiniones se enzarzan unos con otros en grandes reyertas de las que nacen las sediciones, y de las sediciones, asesinatos,  y del asesinato se desemboca en la monarquía. Y en ello se demuestra hasta que punto esto es lo mejor. Por el contrario si el pueblo manda, es imposible que no surja la maldad, y cuando surge la maldad en los asuntos públicos, no nacen rencillas entre los malvados sino estrechas complicidades; pues los que causan daño al Estado actúan en conspiración.  Semejante situación tiene lugar hasta que uno se erige  en jefe y reprime a la gente de tal calaña. Por ello, ése es admirado por el pueblo,  y de resultas de esta admiración, viene a ser monarca. Y en esto se muestra también que la monarquía es mejor.  Y por decirlo resumidamente todo en una sola palabra,  ¿Como obtuvimos la libertad y quien nos la dio? ¿ Acaso la obtuvimos del pueblo, de la oligarquía , o de un monarca? Nosotros conseguimos la libertad gracias a un solo hombre y por ello soy   de la opinión de que mantengamos tal régimen de que además, no deroguemos las leyes de los antepasados si son buenas, pues no será lo mejor”

83.- Estas fueron las tres opiniones expuestas y a esta ultima se adhirieron los otros cuatro del grupo de los  siete  hombres. Como no prevaleció la opinión de Otanes, que exhortaba a instaurar la isonomía entre los persas, dijo ante ellos lo siguiente: “ Camaradas, está claro que uno solo de nosotros debe ser rey,  bien sea designado por sorteo,  bien elegido por el pueblo de l0s persas si le encargamos ese cometido, o bien por algún otro procedimiento. Yo, por mi parte, no competiré con vosotros,  pues no deseo mandar ni queme manden, renuncio al poder a condición de no recibir órdenes de ninguno de vosotros, ni yo personalmente ni mis descendientes a perpetuidad”. Como los otros seis estuvieron de acuerdo con esta condición, éste no compitió con ellos, sino que se quitó de en medio.  Todavía, hoy, esta familia sigue siendo la única de los persas que goza de libertad y obedece solo las órdenes que quiere, aunque sin infringir la ley de los persas


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17.-LA SABIDURÍA  DE MIRAR A  LOS OTROS


De las costumbres de los etíopes:

Cuenta Herodoto (  Historia ,Libro III, 20), que Cambises envió a los ictiófagos como  embajadores ante  los etíopes- los hombres más altos y apuestos del mundo, dice Herodto-  con el fin de ofrecerles presentes y solicitar su alianza en  la guerra contra Egipto. Los presentes consistían en  una prenda de púrpura, una cadena  oro  para el cuello y unos brazaletes también en oro, un jarrón de alabastro con perfume y un cántaro de vino de palma.

Dice así:  “ Cuando los ictiófagos llegaron  hasta esas gentes, en el momento de entregarles a su rey los obsequios, le dijeron lo siguiente:  “ Cambises el rey de los persas, en su deseo de convertirse en amigo y huésped tuyo, nos ha enviado con orden  de entrar en conversaciones contigo y te hace entrega de estos presentes que son los objetos con cuyo disfrute él ,personalmente , más se complace. (...)El rey de los etíopes “ tomo entonces la prenda de púrpura y preguntó que es lo que era y como estaba confeccionada. Y al revelarle los ictiófagos la verdad sobre la púrpura y su tinte, manifestó que semejantes individuos eran unos falsos y falsas también sus ropas. Acto seguido pidió detalles acerca de los objetos de oro( la cadena para el cuello y los brazaletes). Y al explicarle los ictiófagos que se trataban de unos adornos, el rey se echó  a reír y, creyendo que eran unos grilletes, replicó que, en su país, había grilletes más recios que aquellos. En tercer lugar pregunto por el perfume y , al ponerlo al corriente de su elaboración y aplicación, manifestó la misma opinión que expusiera a propósito de la ropa.

Pero al llegar al vino e informarse de su elaboración, quedo sumamente encantado con la bebida y pregunto que era lo que comía el rey y cuanto tiempo como máximo podía vivir un persa. Ellos entonces le contestaron que el rey comía pan- explicándole de paso las características del trigo- y que el limite máximo de vidas de un hombre se fijaba en ochenta años. Ante esta perspectiva el etiope  replicó que si se alimentaba de estiércol, no se extrañaba lo mas mínimo de que vivieran pocos años; pues ni siquiera podrían vivir  semejante número si no repusieran fuerzas con aquella bebida- y les señalaba a los ictiófagos el vino-, ya que en este punto estaban en inferioridad de condiciones respecto de los persas.

Por su parte los persas pidieron al rey  detalles sobre la duración de la vida y el régimen dietético de los etíopes, y él les respondió que la mayoría de ellos llegaba a los ciento veinte años, que algunos superaban incluso esa cifra, y que la carne cocida  constituía su alimento y la leche su bebida. Entonces, en vista de que los espías manifestaban sorpresa ante aquellas cifras, les condujo a una fuente de la que – como si se tratase de una fue te de aceite-  salían mas lustrosas las personas que alli se bañaban, y de la que exhalaba un aroma como de violetas.  ( Y por cierto  que, al decir de los espías, el agua de dicha fuente era de tan escasa densidad,  que ningún objeto- fuera de madera o de cualquier  otro material mas liviano que la madera- podía flotar en su superficie, sino que todos se iban al fondo.  Y si es verdad  que, tal y como dicen,  poseen este tipo de agua, en ella puede residir, la causa de su longevidad.  Cuando se alejaron de la fuente les condujo a una cárcel de reos comunes, en donde todos los prisioneros estaban encadenados con grilletes de oro, pues entre los etíopes el bronce es lo mas raro y apreciado del mundo”

Sobre  los indios Calatas ,  y la locura de Cambises al no entender  el poder de las costumbres en el mundo:

La  adquisición de la sabiduría para los griegos  con  frecuencia se vinculaba con la experiencia del viaje y de la escucha y observación  de otras civilizaciones. Muchos filósofos y sabios tenían en su haber la realización de viajes por el mundo conocido y desconocido  .  Contemplar otros mundos posibles daba como resultado la actitud  de poder   ponerse en lugar de otro  y valorar lo de otros  , lo que a su vez  permitía poner en cuestión la autoridad de  lo adquirido y  en consecuencia discutir  lo dado rechazando la legitimación  basada  solamente en  el hecho de autoridad o costumbre   y suscitar la reflexión , el uso de la racionalidad y el juicio propios. Una postura  de apertura  al mundo y de espíritu critico que la uniformidad de visiones consecuencia de la   globalización  que vivimos actualmente hace cada vez mas difícil de entender y adoptar.  

Dice Herodoto en un conocido pasaje  de su  Historia , Libro III,38:
“A mi juicio, pues, es de todo punto evidente que Cambises estaba rematadamente loco, pues de lo contrario no hubiera  pretendido burlarse de cosas sagradas y sancionadas por la costumbre.  En efecto, si a todos los hombres  s les diera a elegir entre todas las costumbres, invitándoles a escoger las mas perfectas, cada cual, después de una detenida reflexión, escogería para si las suyas. Tan sumamente convencido esta cada uno de que sus propias costumbres son las mas perfectas. Por consiguiente no es normal que un hombre, a no ser que sea un demente,.  Haga mofa de semejantes cosas. Y que todas las personas tienen esa convicción qa propósito de las costumbres puede demostrarse, entre otros muchos ejemplos, en concreto por el siguiente: durante el reinado de Dario, este monarca convoco a los griegos que estaban en su corte, y les preguntó que por cuanto dinero accederían a comerse los cadáveres de sus padres. Ellos le respondieron que no lo harían  a ningún precio. Acto seguido Dario convocó a los indios Calatias que devoran a sus progenitores muertos, y lee pregunto , en presencia de los griegos que seguían la conversación por medio de un interprete, que porqué suma consentirían en quemar en una hoguera los restos mortales de sus padres. Ellos entonces se pusieron a vociferar, rogándole que no blasfemara. Esta es pues, la creencia general, y me parece que Píndaro hizo bien al decir que la costumbre es reina del mundo.

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19.-PLINIO EL VIEJO: LA TIERRA,  MADRE AMOROSA.

 
“Entre los delitos propios de un espíritu desagradecido yo pondría éste de que ignoremos su naturaleza”


“Sigue la tierra, que es la única parte de la naturaleza a la que con todos los merecimientos le hemos concedido el atributo de mare amorosa. Ella es de los hombres, igual que el cielo de Dios: la que nos recoge al nacer, nos alimenta desde que nacemos y cuando estamos criados aun nos sigue sustentando siempre, abrazándonos al final en su regazo cuando ya somos deshecho de la naturaleza, tapándoos entonces más que nunca , como una mare, que es sagrada sobre todo por el don  de hacernos a nosotros también sagrados, sosteniendo nuestras sepulturas y epitafios, haciendo perdurar nuestro nombre y prologando nuestra memoria frente a la brevedad del tiempo. Su numen es el ultimo qUe nosotros, cuando estamos irritados, pedimos que les pese a los que ya no existen   (sit tibi terra levis, que la tierra te sea leve), como si no supiéramos que ella es la única que nunca se irrita con el hombre.

El agua llega en forma de lluvia, se hiela en granizo, se hincha en olas, se precipita en torrentes; el aire se condensa en nubes, se enfurece en tempestades. Ella en cambio, benévola, apacible, condescendiente y fiel servidora del interés de los mortales, cuántos productos le obligamos a darnos, cuántos prodiga espontáneamente, qué olores y sabores, qué jugos, qué tactos, qué colores, cómo nos devuelve de buena fe el producto que se le había prestado, qué alimentos cría por nuestra causa. Pus aunque su aliento vital tenga la culpa de que haya animales perjudiciales (ella inevitablemente tiene que recibir las simientes y sustentar las criaturas), sin embargo el daño radica en los males de los que los engendran.
 
Ella no vuelve a admitir a la serpiente cuando ha herido a un hombre y exige su castigo en nombre de los ya inertes. Ella hace proliferar las hierbas medicinales y da fruto constantemente para el hombre. Es mas, puede creerse que produce los venenos compadeciéndose de nosotros para que en el tedio vital, el hambre, que es la muerte mas ajena a los bienes de la tierra, no nos destruya lentamente por consumación; para que los barrancos no dispersen nuestro cuerpo, para que no nos atormente la pena de la horca, tan contraria al orden natural por ahogar la respiración a la que se intenta dar salida, para que cuando se encuentre la muerte en el abismo, nuestra sepultura no se convierta en pasto de animales, para que la tortura del puñal no destroce nuestro cuerpo. Así es, los cría compasiva para que con un simple sorbo nos extingamos con nuestro cuerpo intacto y con toda nuestra sangre, sin ningún sufrimiento, como sedientos; para qua si, cuando hayamos muerto, ni pájaros ni fieras nos toquen y el que se mato a si mismo quede preservado para la tierra.

Digamos la verdad: la tierra nos proporciona el remedio de los males, nosotros lo convertimos en veneno de la vida ¿Acaso no utilizamos también de un modo semejante el hierro el que no somos capaces de prescindir? Tampoco nos quejaríamos con razón aunque ella lo hubiera producido para hacernos daño. Desde luego que somos desagradecidos precisamente con esta parte de la naturaleza. ¿En qué gozos o en que males deja de estar al servicio del hombre? Se le arroja a los mares o se la hiende para abrir estrechos; se la maltrata a todas horas con agua, hierro, fuego, madera, piedra y grano, y mucho más para que sea esclava de nuestros caprichos que de nuestro alimento.

Y, sin embargo, por si aun parecen soportables las cosas que aguanta en su capa amas superficial o en sus bordes, penetramos en sus vísceras excavando las venas de oro y plata así como el mineral de cobre y plomo; incluso buscamos gemas y algunas pideras diminutas haciendo pozos hasta el abismo; extraemos sus entrañas para llevar una gema en el dedo que la solicita. ¡Cuantas manos destrozan para que reluzca un solo nudillo! Si existiera un infierno por supuesto que nuestras minas de codicia y de derroche ya lo habrían desenterrado. ¿ Y todavía nos extrañamos si ella cría ella algunas sustancias para hacer daño! Pues las fieras, creo yo, la cuidan y la protegen de manos sacrílegas. ¿No cavamos nosotros  en medio de las serpientes y no tocamos sus venas de oro junto con raíces venenosas? Sin embargo, la diosa está mas aplacada precisamente por todas estas conquistas de riqueza propenden a lo crímenes, a las muertes y a las guerras, y porque la regamos con nuestra propia sangre y la tapamos con nuestros huesos insepultos. Y al final, ella, como si reprochase nuestra locura, a pesar e todo  se recubre con ellos y llega a ocultar incluso los crímenes de los mortales.

Entre los delitos propios de un espíritu desagradecido yo pondría éste, de que ignoremos su naturaleza.

Historia Natural.- Libro I, 154-161


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20.-Plinio el Viejo.La supuesta  inmortalidad del alma o la muerte como descanso



"...Son imaginaciones propias de consuelos infantiles  y de una naturaleza mortal ávida de no dejar nunca de existir. ¡ Ay! ¿ Qué es esa locura de que la vida comienza de nuevo con la muerte? o ¿ qué descanso tienen jamas los que han nacido si el alma conserva sus facultades en los lugares superiores y su sombra en los inferiores? Sin duda esa seducción y credulidad echa a perder el principal bien de la naturaleza, la muerte, y duplica el dolor del que va a morir con el pensamiento de que también va a existir después. Pues si es dulce vivir ¿ para que puede servir haber vivido?
En cambio,  ¡cuanto mas fácil y seguro es que cada uno confíe en si mismo y saque de la experiencia anterior al nacimiento el ideal de serenidad!".(1)- Plinio El Viejo .-Historia Natural Libro VII 190


(1).- Con la   " experiencia anterior al nacimiento" se está refiriendo  al estoico: " quaeris quo jaceas post obitum loco? Quo non nata jacent"."¿En que lugar estaré tras la muerte?En el mismo que están los que no han nacido"







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EL DECRECIMENTO. SEGÚN HORACIO


Dentro de poco las construcciones dignas de reyes,
no van a dejar mas que escasas yugadas para el arado:
desde todas partes  se divisarán piscinas
ocupando extensiones mas anchas que la del lago Lucrino,
y el plátano solitario sobrepasará el altura a los olmos;
entonces los macizos de violetas, y el mirto y toda la gama de plantas olorosas
esparcirán su aroma por los olivares que daban su fruto al anterior dueño;
entonces el laurel, de espeso ramaje, protegerá de los rayos abrasadores.

No estaba así prescrito en los auspicios de Rómulo y del barbudo  Caton,
ni en la norma de los antiguos.
Entre aquellos hombres las posesiones particulares eran menguadas,
pero grande la propiedad común(1) ;
de los ciudadanos particulares, ningún pórtico , medido con una pértiga de diez pies,
se orientaba a la umbría Osa;
y la leyes no consentían que se despreciara la pradera que nacía espontáneamente,
prescribiendo que  se levantaran fortalezas  pagadas con el gasto público
 y los templos de los dioses se ordenaran  con piedra recien  sacada de las canteras.

(Quinto Horacio Flacio.-Odas Lib II, XVI)

(1).-“ Privatus  illis census erat brevis, commune magnum”

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26.-LA FABULA DEL RUISEÑOR Y EL HALCÓN



Hesiodo.- “Trabajos y los días” .-213-282

“Ahora contaré una fabula a los reyes, aunque sean sabios:

Así habló el halcón al ruiseñor de abigarrado cuello mientras lo llevaba muy alto en las nubes tras haberlo capturado con sus uñas. Éste atravesado por las curvadas unas, miserablemente se lamentaba, aquél, de manera altiva, le dijo estas palabras:


“Infeliz ¿Porque estas  chillando? Ahora te tiene uno mucho más fuerte, de manera que iras por donde yo te lleve por muy cantor que seas y te comeré, si quiero, o te soltaré. ¡Insensato quien quiera compararse a los mas poderosos! Se priva de la victoria y además de infamia sufre dolores”.


Así dijo el halcón de vuelo rápido y de amplias alas.


Perses, tu escucha el recto proceder y no hagas crecer la soberbia, pues la soberbia es mala para el infeliz mortal, ni siquiera el noble puede soportarla con facilidad sino  que se  agobia bajo ella al encontrarse con el desastre. Pero hay un camino mejor: pasar desde la otra parte a lo justo, pues Justicia prevalece sobre desmesura cuando llega su momento y el necio aprende sufriendo.

Al punto, junto con torcidas sentencias, corre juramento y hay lamento cuando Justica es arrastrada, allí por donde la conducen hombres devoradores de regalos y juzgan las normas con torcidas sentencias. Ella sigue lamentándose de la ciudad y de las costumbres de los pueblos, cubierta de bruma  portando mal para los hombres que la rechazan y no la distribuyen equitativamente.


Para estos que dan sentencias equitativas a indígenas y a extranjeros y que no quebrantan lo justo, la ciudad es floreciente y los habitantes  prosperan en ella. La paz, nodriza de la juventud esta sobre la tierra y jamás  Zeus , de amplia mirada,  les decreta funesta guerra, jamás hambre ni destrucción acompañan  a los hombres de equitativa Justicia, sino que en las fiestas gozan  del los frutos que han cultivado. La tierra les produce abundante alimento y en los montes la encina produce bellotas en su copa y abejas en el centro, lanudas ovejas están agobiadas con sus vellones; las mujeres engendran hijos que se parecen a sus padres y continuamente abundan en bienes y no tienen que viajar sobre naves, pues la tierra de ricas entrañas produce fruto.


Pero a quienes  preocupa malvada desmesura y funestas acciones, pata ésos el Crónida de amplia mirada asigna justicia. Pero  muchas veces toda una ciudad participa de la suerte de un hombre malo que es culpable y maquina locuras. Para éstos, desde el cielo, el Cronida hizo descender gran sufrimiento, peste y hambre por igual  y las gentes perecen, las mujeres no engendran, los hogares se aniquilan por la sagacidad de Zeus Olímpico, pero otras veces el Crónida los hace perecer, o bien  destruye el amplio ejercito, o las murallas, o las naves en el Ponto.


(…..)Existe una virgen, Dike ( Justicia) , hija de Zeus,y respetable para los dioses que habitan el Olimpo. Cuando alguien despreciándola  con torcidas sentencias, la daña, al punto sentada junto a Zeus, padre Crónida ,canta la manera de pensar de hombres injustos para que el pueblo pague las locuras de los reyes, quienes maquinando cosas terribles, desvían el veredicto hablando de manera tortuosa. Vigilando esto, reyes, devoradores de regalos, enderezad los  veredictos y olvidad las sentencias tortuosas en su totalidad. Un hombre maquinando males para otros, los maquina para si mismo y una mala decisión  es malísima para quien la toma.


(…)Perses, grábate esto en tu corazón, presta atención a la justicia y olvida por completo la violencia. Pues el Crónida puso esta norma para los hombres: para peces, fieras y pájaros voladores comerse unos a otros, puesto que no hay justicias entre ellos, pero a los hombres les dio justicia que es mas provechosa “. 


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DESPEDIDA DE HECTOR Y ANDROMACA
La Iliada .-Canto VI

 
Cuando ya , la ciudad atravesando,
a las puertas esceas se llegaba
por donde, justamente,
habría de salir a la llanura,
alli corriendo le salio al encuentro
Andrómaca , su esposa,
cuya dote muy rica era en regalos,
la hija del magnánimo Eetion,
que en la falda moraba
del my boscoso Placo
en la Hipoplaquia Teba,
en varones cilicios
  reinando soberano;


la hija ,pues ,de éste justamente,
por Héctor el del yelmo refulgente
era tenida por mujer y esposa.
Ella, pues, luego le salio al encuentro,
y a su lado venia la doncella
trayendo en su regazo al tierno niño
inocente y tan chico todavía,
el Hectórida amado, semejante
a una estrella hermosa, y a quien Héctor
Escamario llamaba normalmente
mas los otros, en cambio, Astianacete,
pues a Ilio Héctor solo defendía.
Y él, entonces por cierto,
al niño dirigiole una mirada
y se sonrió en silencio,
y Andrómaca de él cerca se ponía,
lágrimas derramando ,y fuertemente
asíole de la mano y por sus nombres
le llamaba y díjole de este modo:
“Desgraciado de ti, a quien tu ardor
ha de perder; y  no te compadeces
de tu hijo aun tierno
ni de mi infortunada,
que muy pronto de ti he de quedar viuda
pues pronto han de matarte los aqueos,
todos a una sobre ti lanzados;
Y a mi mas provechoso me seria
que al perderte la tierra me tragara;
pues no he tener yo ya otro consuelo,
una vez que tú sigas tu destino,
sino solo pesares
pues  ni padre ni augusta madre tengo.
(…)
Asi pues, Héctor tu para mi eres
mi padre y también mi augusta madre
asi como mi hermano
porque tu eres mi lozano esposo.
Ahora, pues , compadécete de mi
y quédate aquí mismo resistiendo
en lo alto de esta torre;
no conviertas en huérfano a tu hijo
ni a tu mujer en viuda.
A tus huestes detén cabe la higuera
donde en máximo grado es accesible
la ciudadela e inexpugnable el muro,
pues por ahí ya hicieron tres intentos
las tres veces que al muro se acercaron
las mas selectas gentes
del uno y otro Ayante
y las del muy glorioso Idomeneo
y las de los dos Atridas
y del hijo esforzado e Tideo;
o a ellos quizá alguien se lo dijo
experto en oráculos divinos
o bien incluso el animo de ellos
a esoescs incita y se lo ordena”

A su vez el gran Hector respondiole,
El de brillante casco:
“También mujer, a mi ,
en verdad todo eso me preocupa
pero muy fuertemente me avergüenzo
delante de troyanos
y de troyanas que peplos arrastran,
si lejos de la guerra
cual cobarde intento escapar,
y el corazón tampoco me lo manda,
toda vez que he aprendido a ser valiente
por siempre y a luchar ente troyanos
que estén en la vanguardia
conservando la gloria de mi padre
y  aún la mia propia.

Porque yo se muy bien
 en mis mientes y en mi alma,
esto que ahora te digo:
un dia ha de venir en que perezca
la sagrada Ilión
y Príamo y el pueblo de Príamo
el lancero valeroso.
Sin embargo, no me importa a mi tanto
el dolor que mas tarde



aqueje a los troyanos
ni a la propia Hécaba ni aún
a  Príamo el rey ni a mis hermanos,
que en el polvo caerán seguramente,
numerosos y bravos además,
a manos de varones enemigos,
cuanto el tuyo cuando a ti se te lleve,
en lágrimas sumida, algún aqueo
de túnica broncínea revestido
quitándote con ello
los días de antaño en que eras libre.
Y, quien sabe, allá en Argos residiendo,
tal vez tejas una pieza de tela
a las órdenes de otra
o, tal vez, con frecuencia regular
acarrees el agua de la fuente
Meseide o Hiperea,
muchas contrariedades padeciendo,
pues sobre ti se ha de cernir entonces,
violenta y dura, la necesidad.
Y alguien, cuando un buen día llegue a verte
lágrimas derramando una tras otra,
Tal vez entonces diga:
“He aquí la mujer de Héctor
que en la lucha diaria descollaba
de entre los troyanos
domadores de potros,
cuando de un lado y otro
de Ilion combatían”.
Así  decir podrá alguien algún día
Y para ti ello será un dolor nuevo
por fata de un varón
capz de defenderte
de los días de esclava que te aguardan.
Mas ¡Yo me quede muerto
Y tierra amontonada me sepulte
antes, si, de que oiga
tus gritos o contemple
la forma en que te arrastran”.

Dijo asi, y a su hijo
los brazos le tedio el ilustre Héctor,
pero el niño, inclinándose, volviose
en medio de chillidos, al regazo
de su nodriza de fina cintura,
asustado a la vista de su padre,a


aterrado ante el bronce y el penacho
de crines de caballo,
que tremendo veía
prender de lo mas alto de su yelmo.
Echáronse a reír
su padre y también su augusta madre.
Y, al punto, se quitó de la cabeza
el glorioso Hector
su yelmo y, reluciente,
en el suelo lo puso;
y él l entonces, a su hijo querido,
Después de darle un beso
y mecerle en sus brazos
dijo a Zeus suplicando
 y al resto de los dioses:

“¡Zeus y demás dioses!
concededme ahora mismo
que este mi niño sea
como yo fuera otrora, justamente,
señalado entre todos los troyanos
y, como yo, esforzado
y que reine en Ilión con poderío.
¿ Y ojala que algún día diga alguien:
“mucho mas bravo es éste
que su padre incluso”
cuando aquel aquí vuelva de la guerra
y entonces con él traiga del combate
los sangrientos despojos
de un guerrero enemigo al que matara
y su madre en sus mientes se alegrara!”

Dijo asi, y ne los brazos de su esposa
A su hijo puso y ella recibiole
en su aromado seno
con lágrimas riendo.
Y al darse cuenta de ello,
sintió pide su esposo,
y le hizo caricias con su mano
y le dijo palabras
y a la vez la llamaba por su nombre.
 
“ Infortunada no te aflijas
en exceso por dentro de tu alma;
que nadie, por encima del destino,
ha de arrojarme al Hades,
pues digo que ningún varón existe
que su propio destino haya esquivado
lo mismo da cobarde que valiente
desde el primer momento de u vida.

Mas  ¡ ea ¡ vete a casa,



y  atiende tus labores
el telar y la rueca
y ordena a tus criadas
que el trabajo te entreguen,
pues a cuenta ha de correr la guerra
de los varones todos
que en Ilion han nacido
y de mi especialmente”

Asi habló y cogió el yelmo
de crines de caballo
el muy ilustre Héctor
y su esposa a su casa se iba yendo
volviendo atrás su rostro a cada paso
y llanto en abundancia derramando.
Pronto alcanzaba luego las moradas,
bien habitadas, de Héctor,
matador de guerreros,
y allí dentro topóse
con muchas de sus siervas,
y excitó en todas ellas el sollozo.
Ellas, si , en efecto, sollozaban,
en el palacio de Héctor,
por él que estaba vivo  todavía
pues ellas  a si  mismo se decían
que a no habría él de regresar
de vuelta de la guerra,
escapando a la furia
y a las manos aqueas.



VER:




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CICERON : RATIO ET ORATIO


“El primer principio  el que pertenece a todo el  género humano, es la razón y el habla, los cuales, enseñando, aprendiendo, comunicando, discutiendo, juzgando, hermanan entre sí a tolos hombre y los unen en una  sociedad natural. Y no hay cosa que nos separe tanto de los animales, en los que decimos que existe muchas veces la fortaleza, como en los caballos, los leones; pero jamás decimos que haya en ellos justicia, equidad y bondad porque están privados de la razón y el habla.


Est enim primum quod cernitur in universi generis humani societate. Eius autem vinculum est ratio et oratio, quae docendo, discendo, communicando, disceptando, iudicando conciliat inter se homines coniungitque naturali quadam societate, neque ulla re longius absumus a natura ferarum, in quibus inesse fortitudinem saepe dicimus, ut in equis, in leonibus, iustitiam, aequitatem, bonitatem non dicimus; sunt enim rationis et orationis expertes.”

( Ciceron : De Offficis, I,50)


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Herodoto: Historia  lib III,  142-144


“En Samos, quien detentaba la autoridad,  ( pues había recibido el poder de Policrates a título de regente)  era Meandrio hijo  Meandrio, que pretendió convertirse en el hombre más justo del mundo sin conseguirlo. En efecto, cuando le fue comunicada la muerte de  Policrates, hizo lo siguiente: ante todo, erigió un altar en honor de  Zeus Eleuterio (Zeus Liberador )  y a su alrededor fijo los límites de ese sagrado recinto que en la actualidad se encuentra en las afueras de la ciudad. Tras haberlo hecho, convocó acto seguido una asamblea de todos los ciudadanos y les dijo lo siguiente: “Como vosotros bien sabéis se me ha confiado a mí  el cetro y todo el poder de Policrates. En esta tesitura se me ofrece, pues, la oportunidad de imperar sobre vosotros. En la medida de lo posible, sin embargo, yo personalmente no voy a hacer lo que en otra persona crítico, ya que Policrates no tenía mi aprobación cuando ejerció  un poder absoluto sobre hombres que eran sus  iguales ni la tiene todo aquel que actúa de ese modo. En fin, Policrates ha consumado su destino, pero yo por mi parte, pongo el poder en manos de todos y proclamo para vosotros la igualdad de derechos. No obstante considero de justicia  poder conara a título personal con las siguientes prerrogativas: que de los bienes de Policrates me sean asignados seis talentos, y además de esto, reivindico para mi personalmente y para mis sucesivos descendientes, el sacerdocio de Zeus Eleuterio ya que he fundado por mi cuenta un santuario en su honor y , además., os estoy otorgando la libertad. Estas fueron, en suma las exigencias que Meandrio planteó a los samios. Pero uno de ellos se levantó y exclamo: “Pero es que, en cualquier caso,  tu siendo como eres un maldito villano, no eres digno  de imperar sobre nosotros, es más, mejor será que des cuenta de los fondos que has administrado.

El que así habló era un ciudadano prestigioso cuyo nombre era Telesqarco. Entonces Meandrio, comprendiendo que, si renunciaba al poder, algún otro se erigiría en tirano en su lugar- como es natural, deshechó por completo la idea de renunciar a él. Es más, al regresar a la acrópolis hizo llamar uno a uno (…) so pretexto de que ne realidad iba a darles cuenta de los fondos, e hizo prenderlos y encarcelarlos. Pues bien, poco después, mientras estos individuos se hallaban presos, Meandrio cayó enfermo. Y en la creencia de que iba a morir, su hermano, cuyo nombre era  Licareto, para conseguir apoderar se con más facilidad del gobierno de Sanos, hizo asesinar a todos los prisioneros, ya que al parecer, no querían ser verdaderamente libres”

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Al Joven Alcibiades y Pericles
Jenofonte: Memorabilia, 1,40.-



“ Se cuenta, en efecto, que Alcibíades, antes de cumplir los veinte años tuvo la siguiente conversación sobre las leyes con Pericles , que era su tutor y estaba al frente de la ciudad: “ Dime , Pericles, ¿ podrías enseñarme que es una ley?-preguntó. “Si por supuesto, respondió Pericles. “Enséñame, pues, por los dioses.-dijo Alcibíades.- porque yo cuando oigo que se alaba a alguna persona por respetar las leyes pienso que no podria lograr en justicia ese elogio quien no sabe qué es una ley”. “Deseas una cosa en absoluto complicada, Alcibíades-dijo Pericles- si quieres saber que es una ley: son leyes, en efecto, todas las que el pueblo, reunido en asamblea, y tras aprobarlas, decreta ordenando lo que se debe hacer y lo que no”.  “Y ¿es lo bueno lo que ordenan que se debe hacer o lo malo?” “Lo bueno, por Zeus, muchacho, -repuso- no lo malo “Y si  no es el pueblo,  sino, como pasa en la oligarquía, unos pocos reunidos decretan lo que hay que hacer, ¿qué es eso? “ “Todo cuanto el poder de la ciudad, tras deliberación., decreta lo que hay que hacer- contestó Pericles- se llama ley” “Y si un tirano que domina la ciudad decreta a los ciudadanos lo que hay que hacer, ¿También eso es ley? “ “Ciertamente, cuanto decreta un tirano cuando gobierna también se llama ley” respondió Pericles. “¿Que es entonces la violencia y la legalidad, Pericles?” –preguntó Alcibíades. “¿No es acaso cuando el que más puede obliga al que menos, valiéndose , no de la persuasión,  sino de la fuerza, a hacer lo que a aquel le parezca bien? ” “Es lo que yo creo, al menos- dijo Pericles. “ Y cuando un tirano, por decreto sin persuadir a los ciudadanos obliga a hacer, ¿es acaso una legalidad? ““Creo que si” –dijo Pericles. retiro, por lo tanto lo de que es ley cuando un tirano obliga sin persuasión”  “ Y cuando decretan unos pocos, no porque hayan persuadido a la mayoría, sino porque tienen el poder  ¿afirmaremos que es violencia o lo negaremos? “ “Yo creo-dijo Pericles- que todo cuanto uno obliga a hacer sin persuadirles, es violencia más que ley” “ Y entonces, cuando el pueblo al completo, ejerciendo su poder sobre los que tienen dinero decreta sin valerse de la persuasión, ¿ sería más violencia que ley” “ Desde luego ,  también nosotros cuando teníamos tu edad Alcibíades, dijo Pericles, éramos habilidosos en tales cuestiones, pues planteábamos y debatíamos las mismas sutilezas que me parece que tú ahora estás planteando” Y Alcibíades respondió: “ ¡ Ay si me hubiera relacionado contigo, Pericles,  en aquellos días cuando estabas en lo más alto de tu propia habilidad en estas cuestiones!” 

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GRANDES TEXTOS DEL HUMANISMO CLÁSICO



Sófocles.- Antigona.-Primer estásimo ( 442 a de c. )


Andan por ahí infinidad de cosa admirables
pero ninguna más formidable que el hombre.
Esa cosa que es el hombre avanza
incluso al cabo de las rutas del grisáceo mar
con borrascoso ábrego
bajo la amenaza de oleajes que braman en su derredor.
Y a la tierra, óptima entre los dioses,
inagotable e infatigable, la va desgastando
al voltearla sus arados año tras año
y cultivarla con la raza equina.

Y el circunspecto hombre echa el lazo a la familia
de los pájaros de prontos reflejos y se los lleva
y también la estirpe de las fieras salvajes
y  las marinas criaturas del océano
con entramadas y bien trenzadas redes.
Y con ardides consigue dominar al agreste fiera montívaga,
Y ha de llegar a someter al yugo, que circunda con testera
Al caballo cuyas crines caen a uno y otro lado del cuello
Y al indómito toro de los montes.

Y aprendió por si solo el lenguaje y las ideas
etéreas y los comportamientos que imprimen orden a las cosas
y evitar los dardos de las escarchas
que dificultan la estancia a la intemperie
 y los dardos que conlleva una molesta borrasca
¡ ay el hombre con soluciones para todo!,
mas rico en recursos cuanto más desprovisto está.
Únicamente no se procurará escapatoria del Hades.
En cambio tiene ya concebidos medios
de escapar de enfermedades hasta ahora incurables.

Pero aún poseedor, mas de lo que cabe imaginar,
de cierta astucia, que es la que le proporciona su habilidad,
Se desliza unas veces en pos del descalabro, otras del éxito.
Si entrelaza las normas de la tierra
y la justicia de los dioses permaneciendo fiel al juramento prestado
¡ he aquí un ciudadano de primera!
Pero ¡ sea privado de la condición de ciudadano, en pago a su osada falta de escrúpulos
aquel con quien convive el desdoro.
¡Ojalá que ni comparta conmigo el hogar
ni esté entre los que piensan  igual que yo
quien  así se comporte!


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Protágoras.-  “Protágoras o de los sofistas”.-Platon “Diálogos” ( 487 a.d.c.)

“.....Así el hombre creó la lengua, articuló sonidos y dió nombre a todas las cosas, construyó casas, hizo trajes, calzados, lechos, y sacó sus alimentos de la tierra. Con todos estos auxilios los primeros hombres vivían dispersos y no había aún ciudades. Se veían miserablemente devorados por las bestias, siendo en todas partes mucho más débiles que ellas. Las artes que poseían eran un medio suficiente para alimentarse, pero muy insuficiente para defenderse de los animales, porque no tenían aún conocimiento de la política, de la que el arte de la guerra es una parte. Creyeron , pues, que era indispensable reunirse para la mutua conservación, construyendo ciudades. Pero apenas estuvieron reunidos se causaron los unos a los otros muchos males, por que no tenían ninguna idea de la política. Así es que se vieron obligados a separase otra vez y helos aquí expuestos de nuevo al furor de las bestias. Zeus movido a compasión y temiendo que la raza humana también se viera exterminada envió a Hermes con orden de dar a los hombres pudor y justicia, con el fin de que construyesen sus ciudades y estrecharan lazos de mutua amistas. Hermes recibida esta orden , preguntó  a Zeus como debía dar a los hombres el pudor y la justicias, y si los distribuiría como Epimeteo había distribuido las  artes. Porque he aquí como lo  fueron estas: el arte de la medicina, por ejemplo, fue atribuido a un hombre sólo que lo ejerce por una multitud de otros que no le conocen y lo mismo sucede con los demás artistas. ¿ Bastará pues que yo distribuya lo mismo el pudor y la justicia entre un pequeño numero de personas o las repartiré a todos indistintamente?. A todos, sin dudar, respondió Zeus. Es preciso que todos sean participes, porque si se entregan a un pequeño número , como se ha hecho con las demás artes, jamás habrá ni sociedades, ni poblaciones. Además publicarás de mi parte una ley , según la que todo hombre, que no participe de la consideracion del otro  y de la justicia, será ,exterminado y considerado como la peste para la sociedad.

Aquí tienes, Sócrates, la razón por la que los atenienses y los demás pueblos que deliberan  solo sobre negocios concernientes a las artes como la arquitectura o cualquier otro, sólo escucha los consejos de unos pocos, es decir de los artistas, y si otros que no son de su profesión, se meten a dar su dictamen, no se les sufre, como has dicho muy bien y es muy racional que así suceda. Peor cuando se trata de los negocios que corresponden puramente a la política, como la política versa siempre sobre la justicia y la templanza, entonces escuchan a todo el mundo y con razón, porque todos están obligados a tener estas virtudes, pues de otra manera, no hay sociedad. Esta es la única razón de tal diferencia, Sócrates....”

( Texto integro del diálogo en http://www.filosofia.org/cla/pla/protbil.htm )

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Pericles, según Tucídides“Oración fúnebre”.-de “Historia de la guerra del Peloponeso”. Tucidides ( 415 a d c. )

“Tenemos un sistema político que no imita las leyes de otros sino que servimos más de modelos para unos que imitadores de otros. En cuanto a su nombre, al no ser objetiivo de su administración los intereses de unos pocos sino los de la mayoría, se denomina democracia y, de acuerdo con las leyes, todos tienen derechos iguales en sus pleitos privados; en lo que hace a la valoración de cada uno,  en la medida  en que se goza de prestigio en algún aspecto,  no es preferido  para intervenir en los asuntos públicos mas  en razón de  pertenecer aun  grupo determinado que por sus méritos, ni tampoco en lo que hace a la pobreza, es un obstáculo lo oscuro de su reputación, si puede beneficiar a la ciudad.

Actuamos libremente no solo en las actividades públicas, sino que incluso en los recelos humanos que se originan con el trato cotidiano, no nos enfadamos con el prójimo si hace su gusto , ni ponemos mala cara, lo que si no es un castigo, es penoso de ver.

Si en nuestras relaciones privadas se evita el agravio, en lo público no faltamos a la ley sobre todo por temor, obedeciendo a los que en cada momento desempeñan los cargos así como a las leyes, especialmente aquellas que existen para socorro de los agraviados y a cuantas sin estar escritas proporcionan una vergüenza indiscutible.

Desde luego, hemos dedicado  a nuestro espíritu muchísimas pausas de nuestro trabajo consagrándole certámenes y fiestas sagradas a lo largo de todo el  año y lujosas instituciones privadas, con cuyo cotidiano deleite se aparta lo penoso.

En nuestra ciudad entra por su importancia cualquier mercancía desde cualquier punto de la tierra, y se da el caso de que los productos originados aquí no los disfrutamos como más propios que los que proceden del resto de la humanidad.

Respecto a los ejercicios militares destacamos de los enemigos por lo siguiente: ofrecemos una ciudad abierta a todos y nunca impedimos, expulsando a extranjeros, que sepan o vean – con lo que al ocultarlo se beneficiaria de su vista el enemigo- por confiar no tanto en las medidas preventivas y engaños como en nuestro propio arrojo a la hora de actuar. En cuanto a los sistemas educativos, mientras unos desde la temprana juventud intentan conseguir el valor con un fatigosos ejercicio , nosotros con un modo de vida  despreocupado no somos  mas remisos a ir a peligros similares. Una prueba: los lacedemonios nunca hicieron una expedición contra nuestra tierra solos, sino con todos, y en cambio nosotros, al invadir la de otros, sin dificultad vencemos las mas veces en tierra ajena, aunque luchemos con gente que combate por sus posesiones; ningún enemigo se enfrento todavía contra todos nuestro efectivos reunidos por tener que preocuparnos de la flota y además enviar  nuestras tropas de tierra a múltiples objetivos; pero en el caso de que traben contacto con una parte de nosotros, si vencen, se jactan de haber rechazado a todos, y vencidos de serlo por todos.

Con todo, si queremos arrostrar los peligros más con despreocupación que tras un ejercicio fatigoso y no con una valentía impuesta por las leyes mas que por nuestra forma de ser, queda a nuestro favor  no afligirnos antes de tiempo por penalidades futuras, y cuando nos enfrentemos a ellas, no tener menos atrevimiento que los que continuamente se están esforzando.

Por eso es digna de admiración nuestra ciudad y aún por lagunas cosas más.

Gustamos de la belleza con sencillez y de la reflexión  sin incurrir en la molicie, recurrimos a nuestra riqueza por la oportunidad que da actuar más que por la vanagloria, y en cuanto a la pobreza, para nadie es vergonzoso confesarla sino que es mas vergonzoso no intentar salir de hecho de ella.

En las mismas personas es posible el interés por los asuntos públicos y privados, y el que, a pesar de dedicarse  a distintas ocupaciones, no conozcan de un modo deficiente los públicos, pues somos los únicos que a quien no participa en ninguno de esos le consideramos no despreocupado sino inútil, y lo cierto es que solo nosotros decidimos o examinamos con rectitud los asuntos sin  considerar un daño para la acción las palabras sino más bien en no informarse mediante debate entes de emprender lo que se debe ejecutar.

También en eso nos comportamos de manera distinta, hasta el punto de mostrar la máxima osadía y además reflexionar sobre lo que vamos a emprender; en este caso, en los demás, la ignorancia produce osadía, la reflexión vacilación. Con justicia serían considerados de corazón mas fuerte quienes a pesar de conocer clarísimamente lo peligroso y lo agradable, no por esto evitan los riesgos.

También en lo que respecta a la generosidad somos opuestos a la mayoría, pues conseguimos nuestros amigos no cuando recibimos favores sino cuando los hacemos. Es mas firme en su amistad el que hace favor porque tiende a conservar por medio de la simpatía hacia el que lo recibió la gratitud  debida; en cambio el que lo debe es mas débil al saber que ha de corresponder  a su generosidad no como un favor sino como una deuda. Y somos los únicos en ayudar sin reservas a cualquiera más que por calculo de intereses por la confianza que nace de la libertad.

En resumen , digo que la ciudad entera es la escuela de Grecia y que el mismo individuo salido de entre nosotros, creo, podría representar un cuerpo dotado de muchísimas facultades y con la máxima desenvoltura llena de dones.

Que esto no es pompa retórica  propia del momento más que una realidad basada en hechos lo pone de manifiesto el mismo poderío de la ciudad, poderío que conseguimos gracias a nuestra forma de ser. Es la única que se enfrenta a la prueba por encima de su reputación y  es la única que no causa enojo al enemigo que le ataca  por las características de quienes  le hacen sufrir, ni por reproches en el vasallo porque considere que es gobernado por gente indigna.

Al presentar nuestro poderío con grandes pruebas y que desde luego no carece de testimonios,  seremos admirados por los de ahora y por los de después, sin necesitar para nada de un Homero que nos elogie ni  de quien con sus versos deleitara el instante presente pero cuya interpretación de los hechos será destruida por la verdad, sino bastando a todo  el mar y la tierra a hacerse accesibles a nuestra osadía, dejando en todas partes monumentos imperecederos de nuestros infortunios y éxitos.

En fin, por una ciudad de estas características, estos, juzgando noblemente que no debían quedar privados de ella, murieron luchando, y es de esperar que cualquiera de los que quedan quieran esforzarse por ella.

( Texto integro de Tucidides en http://es.wikipedia.org/wiki/Discurso_f%C3%BAnebre_de_Pericles

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Euripides"Las suplicantes" (423 a.c)


Heraldo: ¿Quien es el monarca en esta tierra?¿ a quine tengo que anuncia las palabras de Creonte, que gobierna en el país  de Cadmo desde que a Eteocles matara al pie de las Siete Puertas la mano fraterna de Polinices?

Teseo: En primer lugar, das comienzo a rtu discurso con un error, forastero, si vienes buscando un monarca aquí, pues no existe el gobierno de un solo hombre, sino que es libre la ciudad y el pueblo ostenta su soberanía por relevos periódicos una vez a l año Y al rico concede privilegio alguno sino que el pobre  en igualdad tiene los mismos derechos.

Heraldo: Solo esto que acabas de decir es ya, como en los dados, una ventaja para nosotros. Pues la ciudad de la que yo provengo está gobernada conforme al criterio de un solo hombre no del populacho. Asi no hay quien la hinche de vanidad hasta el aturdimiento con sus discursos, con vistas a su propio beneficio, y quien la haga dar de continuo vueltas, unas veces a un lado, otras a otros. Al punto, amable otorga numerosos favores, en otra ocasión le perjudica, después, con nuevas calumnias intenta disimular los errores de antes y se escapa de la justicia.  Pues ¿de que otra manera, el pueblo, que no es capaz de pronunciar rectos discursos, podría rectamente gobernar una ciudad? El tiempo da un aprendizaje más sólido que la precipitación. Un pobra labriego incluso aunque dejase de ser un ignorante, por casa de ss ocupaciones no seria capaz de mirar por el bien común. Es francamente como para ponerse enfermo de muerte, a ojos de un ciudadano mas honrado, que un hombre despreciable goce de buena reputaron por el hecho de adueñarse de la ciudad a través del ejerció de la lengua, ¡Uno que antes no era nada!

Teseo: ¡Ingenioso, si señor, el heraldo este, y amigo de apostillas! Como tu mismo has empezado esta discusión, ahora escúchame, pues eres tu el que ha puesto por delante este combate .

Nada hay más odioso que un monarca para el estado. El primerísimo lugar, porque no hay leyes comunes y porque gobierna un solo individuo, que se apropia de la ley en su propio beneficio, y esto de ningún modo es equitativo.


En cambio,  cuando hay leyes escritas, el débil y el rico tienen idénticos derechos. El más débil puede replicarle al rico si le insulta, y vence el pequeño al grande cuando tiene razón. Esto es la libertad: ¿Quien quiere , si lo tiene, proponer públicamente algún consejo útil para la ciudad ¿ Y el que lo desea se luce y el que no quiere se calla. ¿Que es mas equitativo que esto para la ciudad? Y todavía hay mas, pus cuando el pueblo es quien gobierna en el  país, se alegra de que los jóvenes sean la base del cuerpo ciudadano, mientras un rey interpreta esta situacio cono algo aborrecible; y a los ciudadanos sobresalientes y  los que considera que son sensatos, a esos los mata, porque teme antes y ahora por suponer absoluto.  ¿Como es posible entonces  que algún dia llegue a ser poderoso un estado en el que un individuo, como espigas en un prado en primavera, a tajos siega arranca a la juventud? ¿Que necesidad hay de procurar medios de vida  para nuestros hijos para que con nuestro duro trabajo mejore la vida de un monarca? ¿O criar hermosamente vírgenes a nuestras hijas en casa, delicioso placer para el monarca si es su deseo pero que lágrimas nos procuran a nosotros,……





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QUÉ ES DEMOCRACIA EN LA POLITEIA:


La democracia, los ricos y los pobres


(Platón  Republica Lib VII,557)

“Cuando gobernantes y gobernados se encuentran juntos en los viajes, en una expedición, en el ejercito, tanto en mar como en tierra, o en cualquiera otra coyuntura, y se observan mutuamente en circunstancias peligrosas, los ricos, entonces no tienen ningún motivo para despreciar a los pobres. Por el contrario, cuando un pobre, flaco y quemado por el sol, se ve en una pelea al lado e un rico educado a la sombra y obeso, viéndole desalentado e inquieto por su suerte ¿que pensamientos creen que le vienen en  tal momento al espíritu? ¿No se dice a si  mismo, que estas gentes solo deben sus riquezas a la cobardía de los pobres? Y cuando se encuentran juntos ¿no se dicen unos a otros: “¡ En verdad nuestros hombres importantes son bien poca cosa”.(……)

“El gobierno se hace democrático cuando los pobres, consiguiendo la victoria sobre los ricos, masacran a unos, destierran a otros,  y comparten en igualdad de condiciones con los que quedan, las  magistraturas y el gobierno, reparto que se hace de ordinario por sorteo. Así es, en efecto, como la democracia se establece, sea por la vía de las armas, sea que los ricos, temiendo por si mismos, tomen el partido de retirarse……Por lo pronto , todo el mundo es libre en esa ciudad; en ella se respira libertad y se vive libre de toda traba; cada uno es dueño de hacer lo que le agrada….dondequiera que existe ese poder, es claro que cada ciudadano dispone de si mismo y escoge a su placer el género de vida que mas le agrada”


(Aristóteles.-Política.-Lib iv 1290,b)

“No se debe suponer democracia, como hoy  dia suelen hacer algunos, simplemente donde tiene la autoridad la masa (pues también en las oligarquías y en todas partes el partido mas numeroso es el que ejerce la autoridad), ni oligarquía donde unos pocos tienen el control del régimen. (…) Hay mas bien que decir  que u na democracia existe  cuando los libres ejercen la autoridad, y una ligarquia cuando los ricos. Si además aquellos son muchos y éstos pocos, ya que libres hay muchos, pero ricos pocos.  (…) tenemos democracia cuando los libres y pobres, siendo muchos, tengan el control del poder, y oligarquía cuando  lo tengan los ricos y mas nobles, siendo pocos.


(Plutarco, Vidas Pericles, 7)
 “Pericles se fue aproximando al pueblo de tal manera que tomo la causa de los muchos y pobres en vez de la de los pocos y ricos”


(Plutarco,  Vidas , Solon 3 )
“Fue cosa particular de Solon la abolición de los créditos con lo que consolidando poderosamente e la libertad de los ciudadanos, porque de nada sirve que las leyes establezcan la igualdad si los créditos privan de ella a los pobres, pues cuando parece que usan mas la libertad entonces es cuando mas esclavizado están a los ricos, a quienes tiene que obedecer y estar sujetos en los actos de juzgar, de resolver y hablar en publico.”


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HISTORIA POLÍTICA ANTIGUA:

DECRETOS DE LA DEMOCRACIA GRIEGA EN HONOR DE CIUDADANOS MERITORIOS.

Estos Decretos, son documentos oficiales que se guardaban en los archivos públicos de Atenas, y fueron emitidos en ejecución de un homenaje publico y reconocimiento  y recompensa de ciudadanos meritorios. Su interés es precisamente éste, que ponen de manifiesto qué es lo que la práctica política de la politeia griega consideraba digno. Su ejemplaridad continúa siendo válida para   los republicanos .  Nuestra  politeia,  nuestra República  tiene necesidad de aquellas virtudes. 

Proceden de la obra atribuida a  Plutarco,  “Vidas de los  diez oradores”, a modo de apéndice de la misma.  Aunque él los denomina Decretos,  dos de ellos no son realmente  tales sino mas bien la solicitudes dirigidas a la Asamblea  conteniendo la petición del reconocimiento público.  (Hoy se denominarían en nuestro lenguaje administrativo, instancia de inicio del procedimiento  ) El tercero  si  consiste en un decreto del pueblo.

I.- Solicitud para Decreto de homenaje , reconocimiento  y recompensa  a Demóstenes:

“ Demócares de Leuconoe, hijo de laques, solicita para Demóstenes de Peania, hijo de Demóstenes, como gracia, una estatua de bronce en el ágora, una manutención en el Pritaneo y un puesto de preferencia para él  y el mayor de sus descendientes, a perpetuidad, por haber sido benefactor y consejero de muchas ventajas para el pueblo de los atenienses;: por haber dejado su fortuna para el bien publico y haber ofrecido ocho talentos y una trirreme cuando el pueblo liberó Eubea,.otra , cuando Cefisoro navegó hacia el Helosponto, y otra cuando Cares y Foción fueron enviados como generales a Bizancio por el pueblo. Por haber rescatado a muchos que fueron hechos prisioneros por Filipo en Opidna, Metone y Olinto, por haber asumido el gastos de un coro de hombres, porque, cuando los miembros de la tribu Pandionis dejaron de costear este coro, él lo pagó y proveyó de armas a los ciudadanos que lo necesitaban. Tras ser elegido por el pueblo, él gastó el dinero en la construcción de fortificaciones, contribuyendo con tres talentos y cavando trincheras alrededor del Pireo, cuyos gastos también sufragó.  Después de la batalla de Queronea, aportó un talento y, durante la carestía de alimentos, ofreció otro para la intendencia d elas compras de trigo. Porque llevó a una alianza al pueblo de  Atenas con tebanos, eubeos, corintos, megarenses, aqueos , locrios, bizantinos y mesenios mediante persuasión, ventajas y consejos, como bienhechor y consejero, y por reunir fuerzas para el pueblo y sus aliados, es decir, diez mil infantes y mil jinetes, y una contribución de dinero que él como embajador persuadió a los aliados que ofrecieran para la guerra, o sea, mas de quinientos talentos; porque impidió a los peloponesios acudir en ayuda de Alejandro frente a Tebas. Ofreciendo dinero y yendo él mismo en calidad de embajador; por haber actuado como consejero de muchas otras ventajas para el pueblo y por haber participado de la mejor manera en la vida pública entre todos sus contemporáneos en favor de la libertad y la democracia; por haber partido al exilio por causa de la oligarquía cuando la democracia fue abolida, falleciendo en Calauria, por su amor a la democracia, al haber sido enviados unos soldados contra el por parte de Antípatro, persistiendo en su devoción y su lealtad a la democracia, sin someterse a sus enemiog0s ni hacer en esta situación peligrosa nada indigno para el pueblo.

II.- Solicitud de homenaje  , reconocimiento y recompensa para Laques:

Bajo el arcontado de Pitárato, Laques, hijop  de Demócares de leucone, solicita al Consejo y al pueblo de Atenas para Demócares, hijo de laques de Leuconeo, como gracia una estatua de  bronce en el Ágora, una manutención en el Pritaneo para él y el mayor de sus descendientes a perpetuidad y un lugar de preferencia en todos los espectáculos, por haber sido benefactor y buen consejero para el pueblo de Atenas y haber prestado servicio al pueblo de la siguiente manera: actuando como embajador, haciendo propuestas e interviniendo en la vida política, por hacer supervisado la construcción de las fortificaciones y la preparación de las armas, de los proyectos y de las maquinas; por haber fortificado la ciidad durante la guerra de los cuatro años, y por haber firmado la paz, un armisticio y una alianza con los boecios, actos por los cuales fue desterrado por los que disolvieron la democracia. Cuando el pueblo le hizo venir por el arcontdo de Diocles, fue el primero en haber reducido los gastos de la administración, haber escatimado lo srecursos, haber atuado como embajador ante Lisímaco y haber conseguido paras el pueblo treinta talentos de plata y, en  otra ocasión , cien mas; por haber propuesto el envío de una embajada a Ptolomeo en Egipoto, con lo cual, ellos, tras zarpar, llevaron para el pueblo cincuenta talentos de plata; por haber sido enviado como embajador ante Antipatro y haber conseguido veinte talentos de plata y haberlos traído a Eleusis para el pueblo;: por haber aconsejado aceptar y ejecutar estas medidas; por haber partido al exilio por la democracia, no haber participado de ninguna oligarquía ni haber asumido ningún cargo  después de haber sido abolida la democracia; por haber sido el único de los atenienses que haya actuado en la vida pública y no haya intentado instaurar  en la patria otra forma de gobierno que nio fuese la democracia ;por haber llevado a cabo resoluciones, leyes, juicios, y bienes con seguridad para todos los atenienses a través de propia política y por no haber hecho jamás nada en contra de la democracia ni de palabra ni de acto.


III.-Decreto de   reconocimiento y recompensa para Licurgo:


Licrofron, hijo de Licurgo, del demo de Butadas, propuso por escrito para éste una manutenticon en Pritaneo de acuerdo con la gracia concedida para el pueblo a Licurgo, del demos de Butadas. En el arcontado de Anaxicrates, en la sexta pritanía del demo de Antioquis, Estratiocles, hijo de Eutidemo, del demo de Diomia, decalro :


Puesto que Licurgo, hijo de Licofron, de Butadas, quien ha heredado de sus antepasados  la antigua lealtad de su familia a la democracia, y los progenitores de Licurgo, Licomedes y Licurgo también fueron honrados de por vida, después de su muerte, por el pueblo, éste les concedió por su virtud, tumbas a expensas del Estado en el Cerámico. También el propio Licurgo, durante su carrera política, impuso muchas leyes excelentes para su patria;
.-porque , cuando fue tesorero de la renta pública de la ciudad durante tres periodos de cinco años, distribuyó  de los ingresos públicos dieciocho mil novecientos talentos;
.- por haber recibido muchos fondos de parte de los ciudadanos particulares en confianza y
.-por haber prestado previamente para las exigencias de la ciudad y el pueblo un total de seiscientos cincuenta talentos;
.-por haberse mostrado administrando dichos fondos con justicia siendo por esto en muchas ocasiones  coronado por la ciudad;
.-incluíso cuando fue elegido por el pueblo, reunió mucho dinero para la Acropolis, concediendo adornos a la diosa, Victorias de oro macizo, vasos de oro y plata para las procesiones y ornamentos de oro  para cien canéforos.
.-porque cuando fue elegido para encargarse de las equipaciones del agora subió a la acrópolis gran cantidad de armas y cincuenta mil lanzas y equipo cuatrocientas trirremes listas para navegar, proveyendo unas y construyendo otras desde el principio.
Además de esto, porque, tras haber caído en sus manos a medio hacer las obras de los muelles y el arsenal y el Teatro de Dionisiso, las llevó a cabo y terminó el estadio Panatenaico, decoró el gimnasio del Liceo y adornó la ciudad con muchos otros edificios.
.-porque cuando el rey Alejandro saqueó toda Asia y creyó digno dar ordenes a todos los griegos, tras haber reclamado a licurgo por haber actuado en contra suya, el pueblo no se lo entregó pese al temor a Alejandro.
.-porque , aunque él presentó muchas veces rendiciones de cuentas, mientras los ciudadanos se encontraban en libertad y la ciudad era gobernada democráticamente, mantuvo una postura irrefutable e insobornable en todo momento,

 Para  que todos sepan porqué a esos que fueron escogidos para actuar en la vida publica de un modo justo por la democracia y la libertad y sin  envida se les tiene en grande estima y al morir se les conceden inolvidables gratitudes, el pueblo ha resuelto:

.-honrar a Licurgo, hijo de Licrofron, del demo de Butadas por su virtud y justicia,
.-erigir una estatua de bronce suya en el Agora, salvo en el lugar que la ley prohíbe erigir ,
.-y conceder una manutención en el Pritaneo al mayor descendiente de Licurgo a perpetuidad,
.-y que todos sus decretos sigan vigentes, que el secretario de la ciudad los haga grabar en estelas de piedra y los coloque en la Acrópolis cerca de los exvotos, y que el tesorero del pueblo ofreza para la inscripción de las estelas cincuenta dracmas de los fondos que tiene el pueblo para los decretos.

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RECUERDOS DE SOCRATES.-Jenofonte “ Memorabilia” IV,8,12



“De aquellos que conocieron a Sócrates tal cual era, todos los que aspiraban a la virtud siguen añorándole todavía ahora más que a nadie, porque era el que más beneficioso resultaba  en la preparación para la virtud. En mi opinión, al ser tal como lo he descrito: tan piadoso que no hacía nada sin el consentimiento de los dioses, tan justo que no ocasionaba a nadie el  mas mínimo daño sino que ayudaba muchisimo a los que le trataban, con tanto dominio de si mismo que jamás elegía lo mas agradable sino lo más justo, tan sensato que no erraba al juzgar lo mejor y lo peor ni precisaba de nadie más sino que era autosuficiente  para el conocimiento de esos conceptos, capaz de expresarlos de palabra y definirlos , capaz, por otra parte, de examinar y de rebatir a quien  estaba equivocado y exhortarlo a la virtud y a la integridad. En mi opinión, digo, Sócrates fue tal cual podrís ser el mejor  y el mas feliz de los hombres . Y si a alguien esto o le agrada, que asi lo decida cuado  compare  con eso la  manera de ser de otos.”



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LA DIGNIDAD,EL ORGULLO, LA RAZON Y EL VALOR DE SER IGUALES

Textos de Herodoto, Euripides,Esquilo



1.- IGUALDAD,   EL NOMBRE MÁS HERMOSO DE TODOS
DISCURSO DE OTANES
Herodoto, Historias.  III,80

Una vez que el tumulto disminuyó y hubieron pasado cinco días, los que se habían sublevado contra los magos tuvieron un debate sobre todo lo sucedido y se pronunciaron discursos inverosímiles según algunos griegos pero que realmente se pronunciaron. Otanes insistía en poner el gobierno a disposición de todos los persas, aduciendo las siguientes razones: “Soy de la opinión de que un solo hombre no debe convertirse más en monarca nuestro, pues eso no es agradable ni bueno. Visteis, en efecto, hasta que extremo llego el desenfreno de Cambises y habéis comprobado también, el del mago. ¿Cómo podría ser la monarquía  algo correcto si le está permitido hacer lo que quiera sin rendir cuentas? Pues incluso el mejor de todos los hombres, si se encontrarse frente a ese poder lo apartaría de su forma de pensar habitual. Nacería en su interior la soberbia por los bienes que tendría a su disposición, y la envidia es innata en los hombres desde el principio. Con estos dos defectos, tiene toda clase de vicios; pues saciado como esta, comete toda serie de iniquidades, unas por soberbia, otras por envidia. De ésta sin embargo debería carecer el tirano, ya que posee todos los bienes; pero su comportamiento con los ciudadanos es lo opuesto: envidia a los mejores mientras sobreviven están con vida, pero gusta de los peores ciudadanos y es  el más propenso a creer en las calumnias. Y lo mas descabellado de todo: si lo admiras con moderación, se irrita porque no se siente completamente lisonjeado, y, si alguien lo lisonjea con reservas, se irrita por considerarlo un adulador. Pero ya el colmo es lo que voy a decir: trastoca las costumbres tradicionales, viola a las mujeres y mata a las personas sin juzgarlas. En cambio el gobierno del pueblo, en primer lugar tiene el nombre más hermosos de todos: isonomia, y en segundo lugar, no comete ningún desmán de los que comete el monarca: desempeña las magistraturas por sorteo, pide cuentas del cargo, y remite todas las resoluciones a la comunidad. Por consiguiente mi opinión es que prescindamos de la monarquía y exaltemos al pueblo, pues en la mayoría se halla todo”
Esta fue la opinión que expuso  Otanes mientras que Megabizo  recomendó confiarse a una oligarquía aduciendo las siguientes razones: “La propuesta de Otanes de abolir la monarquía la suscribo yo  también, pero, en su exhortación de otorgar el poder al pueblo, no ha acertado con la opinión más adecuada, pues no hay nada más necio y más dado a desmanes que una muchedumbre inútil. Es completamente intolerable que uso hombres que intentan huir de los desmanes de un tirano caigan en los de un pueblo desenfrenado. Pues si aquel hace algo, lo hace con conocimiento, pero el otro ni siquiera tiene al posibilidad de conocer ¿Cómo podría tenerla quien no ha recibido educación ni ha vistió nada bueno que le pertenezca, y quye empuja los asuntos sobre los que se lanza sin sentido, igual que un rio torrencial? Así que la democracia, dejemos que la practique quien tiene sentimientos hostiles para con los persas y nosotros hagamos una selección de los hombres más sabios y otorguémosles el poder; pues entre ellos estamos también nosotros mismos y lo lógico es que de los mejores hombres nazcan las mejores opiniones.” Esta fue la opinión que expuso Megabizo.
Darío fue el tercero que manifestó su opinión con las siguientes palabras: “Lo que ha dicho Megabizo tocante al pueblo me parece correcto, pero no en lo que se refiere a la oligarquía. De los tres regímenes propuestos, partiendo del supuesto de que todos son los mejores de su género: la mejor democracia, la mejor oligarquía, o la mejor monarquía, yo digo que3 esta última es superior. Es evidente que no habría nada mejor que un hombre solo si es excelente; pues valiéndose de una inteligencia como la suya, gobernaría de forma irreprochable al pueblo y se guardarían en el mayor secreto las deliberaciones contra los enemigos. En una oligarquía, en cambio, al ser muchos quienes ponen su talento  al servicio de la comunidad, suelen nacer entre ellos violentas disputas particulares; pues al querer cada uno ser jefe el sólo y hacer prevalecer sus opiniones, se enzarzan unos y otros en grandes reyertas de las que nacen las sediciones, y de las sediciones asesinatos, y del asesinato se desemboca en la monarquía; y en esto último se demuestra hasta que punto es lo mejor. Por el contrario, si el pueblo manda, es imposible que no surja la maldad; y cuando surge la maldda denlos asuntos públicos, no nacen rencillas entre los malvados sino estrechas complicidades; pues los que causan daño al estado actúan  conspiración. Semejante situación tiene lugar hasta que uno se erige en jefe del pueblo y reprime a la gente de tal calaña. Por ello, este es admirado por todo el pueblo, y a resultas de tal admiración, viene a ser monarca, y en eso muestra también este que la monarquía es lo mejor. Y por decirlo , resumiendo en una sola palabra, ¿ como obtuvimos la libertad y quien nos la dio? ¿Acaso la obtuvimos del pueblo, de una oligarquía o de un monarca?  Nosotros conseguimos la libertad gracias a un solo hombre, ypor ello, soy de la opinión de que mantengamos tal regimen y de que , además, no deroguemos las leyes de los antepasados si son buenas, pues  no será lo mejor.”
Estas fueron las tres opiniones expuestas, y a esta última se adhirieron los otros cuatro del grupo de los siete hombres. Como no prevaleció la opinión de Otanes que exhortaba a instaurar la isonomía entre los persas, dijo ate ellos o siguiente: “Camaradas, está claro que uno solo de nosotros debe ser rey, bien sea designado por sorteo, bien elegido por el pueblo de los persas si le encargamos este cometido, o bien por algun otro procedimiento. Yo por mi parte, no competiré con vosotros, pues o deseo ni mandar ni que me manden; renuncio al poder a condición de no recibir órdenes de ninguno de vosotros, ni yo personalmente ni mis descendientes a perpetuidad.” Como los otros seis estuvieron de acuerdo  con dichas condiciones, este no compitió con ellos sino que se quitó de en medio. Todavía hoy, esta familiar sigue siendo la única de los persas que goza de libertad y obedece solo a órdenes que quiere, aunque sin infringir las leyes de los persas.

2.-EL VALOR DE SER LIBRES

ESQUILO: “Los Persas”.-230-245


“Reina: ¿Dónde se encuentra Atenas?
Corifeo: Lejos, hacia poniente, do acaba su carrera el sol, nuestro señor.
Reina: ¿Es que abrigaba el deseo de apoderarse acaso  de esa ciudad mi hijo?
Corifeo: Si y que entonces vasallo del rey fuera la Grecia entera.
Reina: ¿Tal es pues la abundancia de sus recursos bélicos?
Corifeo: Su ejército es tan fuerte que ha causado ya al medo grandes daños.
Reina: ¿Y qué más? ¿Riqueza en sus palacios?
Corifeo: Fuente tienen de plata, tesoro en la tierra.
Reina: ¿Brilla acaso en su mano el dardo que el arco tensa?
Corifeo: No, Para la lucha picas y arneses con escudos.
Reina:¿ Que caudillo les manda e impera sobre el pueblo?
Corifeo: No se llaman esclavos ni vasallos de nadie.
Reina: ¿Y cómo pues resisten al  enemigo?                 
 Corifeo: Si, incluso destruyeron la hueste de Dario”




3.-LA DIGNIDAD DE VIVIR ENTRE IGUALES
CORRESPONDENCIA SOLON  Y TIRANOS BENEVOLENTES
Diógenes Laercio, Vida de los filósofos ilustres I, 64

De Pisistrato a Solón:
“………….A ti no te reprocho que denunciaras mi plan, pues lo denunciaste mas  por buena voluntad hacia la ciudad que por odio hacia mi. Y además por ignorancia del gobierno que yo iba a establecer. Si lo hubieras sabido, pronto lo habrías soportado y no te hubieras exilado. Regresa ahora a la patria confiando en mi sin juramentos,  que nada desagradable sufrirá Solón de Pisístrato. Sabe pues que tampoco lo ha recibido ninguno de mis enemigos. Y si tienes también ser uno de mis amigos, estarás entre los primeros, pues no veo en ti nada engañoso ni desleal. Si quieres vivir de otra manera en Atenas, te será permitido. Pero por causa nuestra no te quedes privado de la patria.”
De Solón a Pisistrato:
Creo que nada malo sufriré de ti. Efectivamente, antes de la tiranía era amigo tuyo, y ahora no te soy más contrario que cualquiera de los atenienses a quien no le guste la tiranía. Si les es mejor ser gobernados pior uno solo o vivir en democracia que cada uno lo determine según lo que conoce.  Reconozco que tu eres el mejor de los tiranos. Pero veo que no  estaría bien que yo regresara a Atenas para que nadie me reproche que después de  ofrecer a los atenienses la igualdad política y no aceptar lña tiranía cuando me era posible, ahora de regreso estoy de acuerdo con lo que haces tú”
De Solón a Creso:
“Te aprecio por tu amistad hacia mi y, ¡por Atenea! Si no fuera para mí lo más importante habitar en una democracia habría preferido continuar mi vida en tu reino que en Atenas, donde gobierna por la fuerza el tirano Pisístrato. Sin embargo me es más agradable la vida ali donde las leyes son iguales para todos. Pero iré  a visitarte con el afán  de ser tu huésped y amigo.”


4.-LAS RAZONES  Y ELORGULLO DE LA IGUALDAD: ELPEQUEÑO VENCE AL GRANDE CUANDO TIENE RAZON
Euripides.-“ Las suplicantes”.-400-455

Heraldo: ¿ Quine es el monarca en esta tierra?.¿ A quien tengo que anunciar las palabras de Creonte, que gobierna en el país de Cadmo desde que a Etocvles matara al pie de las Siete Puertas la mano fraterna de Polinices?
Teseo: En primer lugar das comienzo a tu discurso con un error, forastero si vienes buscando un monarca aquí, pues no existe el gobierno de un solo hombre, sino que es libre la ciudad y el pueblo ostenta su soberanía por relevos periódicos una vez al año. Y al rico no concede privilegio alguno  sino que el pobre en igualdad tiene los mismos derechos.
Heraldo: Solo esto que acabas de decir ya es una ventaja para nosotros.  Pues la ciudad de la que yo provengo está gobernada conforme al crirterio de un solo hombre, no del populacho. Así no hay quien la hinche de vanidad hasta el aturdimiento con sus discursos, con vistas a su propio beneficio, y quien la haga dar de continuo vueltas, unas veces de un lado, otras de otros. Al punto amable otorga numerosos favores, en otra ocasión le perjudica, después con nuevas calumnias intenta disimular los errores de antes y se escapa de a justicia. Pues ¿de qué otra manera el pueblo, que no es capaz de pronunciar rectos discursos, podría rectamente gobernar la ciudad? El tiempo da un aprendizaje más solido que la precipitación. Un pobre labriego, incluso aunque dejase de ser un ignorante, por causa de sus preocupaciones no seria capaz de mirarr el bien común. Es francamente como para ponerse enfermo de muerte, a ojos de un ciudadano mas honrado, que un hombre despreciable goce de buena reputación por el hecho de adueñarse de la ciudad a través del ejercicio de la lengua. ¿? Uno , que nada era antes!
Teseo: ¡ Ingeniosos,  si señor el heraldo este, y amigo de apostillas!.  Como tu mismo has empezado la discusión, ahora escúchame, pues eres rtu el que ha puesto por delante este combate dialéctico.
Nada hay más odioso que un monarca para el estado. En primerísimo lugar, porque no hay leyes comunes y porque gobierna un solo individuo que se apropia de la ley en su propio beneficio, y esto de ningún modo es equitativo.
En cambio, cuando hay leyes escritas, el débil y el rico tienen idénticos derechos. El más débil puede replicarle al más rico si le insulta, y vence el pequeño al grande cuando tiene razón. Esto es la libertad.  Quien quiere, si lo tiene , PUEDE  proponer públicamente algún consejo útil para la ciudad Y el que lo desea se luce, y el que no quiere se calla. ¿Qué es mas  equitativo que esto para una ciudad? Y todavía hay más, pues cuando el pueblo es  el que gobierna un país, se alegra de que los jóvenes sean la base del cuerpo ciudadano, mientras un rey interpreta esta situación como algo aborrecible. A  los ciudadanos sobresalientes y a los que considera que son sensatos, a esos los mata, porque teme antes y ahora su poder absoluto. Y digo yo, ¿cómo es posible, entonces, que algún día llegue a ser poderoso el estado en el que un individuo, como espigas de un prado en primavera, a tajos siega y arranca la juventud? ¿Qué necesidad hay de procurar riquezas  y medios de vida para nuestros hijos,  para que con nuestro trabajo  mejore la vida de un monarca? ¿O de criar  y conservar hermosamente vírgenes  a nuestras hijas en casa, delicioso placer para el monarca cuando es su deseo, pero qué lagrimas nos procuraría a nosotros? ¡Que no viva yo ya más si mis hijas han de contraer forzosas nupcias! En conclusión, estos, si señor, estos son los dardos que contra los tuyos disparo. “


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LA MUERTE DE CATON EL JOVEN ( CATON DE UTICA)
Año 46 a. D. C.


De Plutarco “ Vidas Paralelas”.-  Edición de Joaquín Gil Editor.-Buenos Aires 1944
Tradición de Antonio Ranz Romanillos
( Traducción del índice general analítico  de la obra  por Clara Campoamor)




“(.......)67.- Después del baño cenó con muchos convidados, sentado como tenía costumbre después de la batalla de Farsalia, porque no se recostaba sino para dormir. Eran del convite todos sus amigos, y los magistrados de los Uticenses; y la conversación de sobremesa fue, con la bebida, erudita y amena, pasando de unas en otras  platicas sobre asuntos filosóficos, hasta en la disputa vino a recaer sobre las Que se llamaban paradojas de los estoicos; tales como ésta: Que solo el bueno es libre, y esclavos todos los malos. Aquí, como era natural, contradijo el Peripatético, a quien  replicó con vehemencia  Catón, y aumentando el tono y la presteza de la voz llevó muy lejos el discurso, entablando una maravillosa contienda: de manera que a nadie le quedó duda de que su ánimo era poner término a la vida, y librarse de los males que le rodeaban. Así es que acabado el discurso, fue grande el silencio y la tristeza en que quedaron todos. Pero observándolo Catón y queriendo desvanecer la sospecha, hizo varias preguntas, y mostró cuidado sobre el estado de las cosas, temiendo, decía, por los que viajaban por el mar y por los que caminaban por un desierto falto de agua y habitado por bárbaros.

68.- Levantaron se con esto de la mesa, y habiendo paseado con sus amigos, según que de sobrecena  lo tenía la costumbre, dio a los comandantes de las guardias las órdenes que las circunstancias exigían, y se retiro a su habitación después de haberse despedido del hijo, y de cada uno de los amigos, con mas cariño y expresión de lo que acostumbraba. Dando otra vez sospechas con esta novedad de lo que tenía meditado. Entrado que hubo, se encerró, y tomó de su mano el dialogo de Platón que trata del alma: cuando llevaba leída la  mayor parte, se volvió a mirar  encima de su cabeza, y no viendo la espada, porque su hijo la había quitado mientras estaba en la mesa, llamado a un esclavo le pregunto quien le había tomado la espada. No le respondió el esclavo, y otra vez volvió al libro; pero al cabo de poco, sin manifestar cuidado ni solicitud, sino haciendo como que necesitaba la espada, mandó que se la trajesen. La dilación era larga, y nadie aparecía: acabo pues de leer el libro, y volviendo a llamar a los esclavos en voz más alta, les pidió la espada, y aún a uno de ellos le dio una puñada en la cara, lastimándose y ensangrentándose la mano. Irritado entonces sobremanera, y a grandes gritos decía que el hijo  y los esclavos trataban de entregarlo inerme a manos de su enemigo; hasta que el hijo corrió llorando con los amigos, y echándose a sus pies, se lamentaba y le hacia los mas tiernos ruegos. Levantándose entonces Catón y mirándole indignado: “ ¿ Cuando o como, le dijo, he dado yo motivo sin saberlo para que se crea que he perdido el juicio? Nadie me amonesta y corrige por haber tomado alguna desacertada disposición, ¿ y se me quiere prohibir que me dirija por mi razón, y se me desarma? ¿ porque ¡oh joven!, no atas a tu padre volviéndole las manos a la espalda hasta que venga Cesar y me encuentra en estado de que ni siquiera pueda defenderme?. Porque puedo muy bien no pedir la espada contra mi, cuando con detener un poco el aliento o estrellarme contra la pared está en mi mano morir”.

69.- Dicho esto, el joven salió haciendo grandes demostraciones, y con el los demás, no quedando otros que Demetrio y Apolónides, a los cuales hablo más templadamente, diciéndoles: “ ¿ Acaso vosotros os habréis también  propuesto detener en la vida a un hombre de mi edad, observándole en silencio sentados? ¿ O venís con algún discurso para persuadir que no es terrible ni vergonzoso el que destituido Catón de otro medio de salvación, le espere de su enemigo? ¿ Porque no habláis demostrándome esta proposición y haciéndome desaprender lo aprendido, para que desechadas las primeras opiniones y doctrinas en las que me he criado, y hecho mas sabio a causa de César, le tenga que estar agradecido? Hasta ahora nada tengo determinado hacer de mi; pero cuando lo determine, es razón que quede dueño de ejecutar lo que resolviere: En cierta manera voy a deliberar con vosotros, pues me he de valer de las razones con que soleéis vosotros filosofar. Idos, pues, confiados, y decid a mi hijo que no violente a su padre en aquello que no pueda persuadirle”

70.- Nada respondieron a  esto  Apolonides y Demetrio sino que salieron llorando. Vino en esto un mozuelo, trayéndole la espada, y tomándola en la mano, la desenvaino y reconoció, y al ver que conservaba la punta y el filo, diciendo “ ahora soy mío”, puso a un lado la espada y volvió a leer el libro, diciéndose que lo paso todo dos veces. Dspues se recogió y durmió un sueño tan profundo que se le oía de la parte de afuera. Y como  a media noche llamó a sus libertos Cleantes, que era medico, y Butas, de quien particularmente se valía para los encargos relativos al gobierno. Envióle ,pues, al mar para que informándose de si todos se habían embarcado, volviera a decírselo, y al medico le alargó la mano, que estaba manchada del golpe que le había dado al esclavo para que se la vendara: cosa que hizo muy a gusto de todos porque parecía indicio de querer vivir. A poco volvió Butas anunciando que todos los demás se habían dado a la vela, y solo Craso se había quedado por cierta ocupación, nada más en cuanto no estar embarcado; y que era grande la tormenta y viento que agitaba el mar. Suspiró Catón al oírlo por compasión de los que se hallaban embarcados, y otra vez mando a Butas a la ribera para que si alguno había dado la vuelta por faltarle alguna cosa, le trajeran el aviso. Cantaban ya los gallos, y se recostó otro poco para dormir; pero volviendo Butas, y diciendo que había la mayor quietud en el puerto, le mando que cerrara la puerta, y se puso en el lecho como para descansar lo que restaba de la noche; mas lego que salía Butas, desenvainando la espada, se la paso por debajo del pecho, y no habiendo tenido la mano bastante fuerza por la hinchazón, no pereció al golpe, sino que cayó en la cama medio moribundo e hizo ruido por haber derribado una caja  de instrumentos geométricos que estaba inmediata; con lo cual, habiéndolo sentido los esclavos, empezaron a gritar, y acudieron inmediatamente el hijo y los amigos. Viéndole bañado en sangre, y que tenia fuera las entrañas, todos se conmovieron terriblemente, y el medico, que también había entrado, como las entrañas estuviesen ilesas, procuro reducirlas y cerrar la herida; pero luego que Catón volvió del desmayo y recobró el sentido, apartó de si al medico, se rasgó otra vez la herida con las manos, y despedazándose las entrañas, falleció.

71.- En menos de lo que pudiera necesitarse para que se hubiera difundido la novedad por toda al casa, estaban ya a la puerta los trescientos, y de allí a poco había acudido en tropel el pueblo de Utica, llamándolo a una voz su bienhechor y salvador, el único hombre libre e invicto, y esto lo hacían cuando se les daba aviso de que Cesar estaba a las puertas; pero ni el miedo, ni la adulación al vencedor, ni sus mismas divisiones y discordias los hicieron mas contenidos en tributar todo honor a Catón. Adornado, pues, el cadáver con el mayor esmero y disponiéndole unas magníficas exequias, le enterraron en la ribera del mar, en sitio en que hay ahora una estatua suya con espada en la mano; y hasta haberlo ejecutado no pensaron en los medios de salvarse y salvar la ciudad.

72.-Cesar, cuando supo por los suyos que llegaban de Utica que Catón se mantenía allí sin pensar en huir, y que despachando a los demás, él y su hijo y sus amigos atendían a todo sin mostrar el menor recelo, no sabia que pensar de aquella conducta; y como hiciese de él la mayor cuenta, siguió con el ejercito  apresurando la marcha; pero luego que oyó su muerte se dice que exclamó: “ ¡ Oh Catón, te envidio la gloria de tu muerte, ya que tu no me has querido dejar la de salvarte! “ Porque en realidad el que Catón, habiendo esperado, hubiera debido la vida a cesar, mas que en desdoro de su nombre , había de ceder en honor y gloria de éste. Lo que habría sido no se sabe; aunque las conjeturas están a favor de Cesar.

73.- Murió Catón a los cuarenta y ocho años de edad; y su hijo ninguna ofensa recibió del Cesar . Dícese de él que fue desidioso, y en punto a mujeres, no del todo irreprensible; así en Capadocia, siendo huésped de Marfadatres,. Que era de la familia real y tenia una mujer muy bien parecida, como se detuviese mas tiempo del que convenía,. Se le zahirió diciéndose contar él:

Mañana se va Caton/Al cabo de treinta dias/Porcio son y Marfadates/Dos amigos, alma una.

 Porque el nombre de la mujer de Marfadates, en griego, equivalía al de alma; y además:

Noble e ilustre es Catón/Es su alma un alma regia.

Mas toda esta mala nota la borró y desvaneció con su muerte; porque peleando en Filipos por la libertad de la patria contra Cesar y Antonio, como fuese vencida su división, y no quisiese huir ni ocultarse, provoco a los enemigos poniéndoseles bien la vista; trato de alentar a los que todavía quedaban con él, y murió dejando a los contrarios admirados por si virtud. Aun fue mas admirable la hija de Caton, que no cedía al padre ni en modestia ni en valor. Estaba casada con bruto, el que mato al cesar; tuvo parte con él en aquélla conspiración, y se quito la vida de un modo digno de su linaje y de tanta virtud, como en la Vida de Bruto lo dejamos escrito. Estatiliio, aquel que quería imitar a Catón, entonces fue detenido por los filósofos para que no se diese muerte como intentaba, pero después, habiéndose mostrado muy fiel y muy útil a Bruto, murió con el en la batalla de Filipos.”

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ILIADA ,  Homero
 Canto III, 108-111 y Canto IV.-310-325
LAS RAZONES DE UN VIEJO MILITANTE
( o las razones de este blog)






“Asi dijo ( Menelao)(…): .siempre flotan al aire las mentes de los jóvenes barones; en cambio, en todo aquello en que un viejo interviene, hacia atrás y adelante él mira al mismo tiempo, para que entre ambas partes se produzca lo que con mucho es mas favorable” ( Iliada Canto III ,108-111)




“….De este modo el viejo exhortaba, buen experto en guerras desde antiguo, y, viéndole, alegróse Agamenón caudillo poderoso y , hablando en voz alta, a él palabras aladas dirigía: “ Ojala te siguieran las rodillas, anciano, como el ánimo en tu pecho, y tu fuerza en pie se mantuviera! La vejez, sin embargo te consume que para todos es común destino; debiera estar por ella afectado cualquier otro varón, y tu, en cambio, en medio de los jóvenes hallarte!”. A él luego respondía Néstor Gerenio conductor de carros: “Atrida, en gran medida, ciertamente, quisiera-entérate- también yo mismo ser así cual yo era cuando di muerte a Ereutalion ; mas los dioses no dan en modo alguno de una vez a los hombres toda cosa. Si entonces era joven, ahora en cambio, la vejez con su acoso me acompaña. Mas, aún así, habré de estar en medio de los jinetes que los carros guían y órdenes he de darles con mi consejo y mis exhortaciones, pues eso es privilegio de los viejos. Las lanzas brandiránlas los más mozos quienes precisamente son mas aptos que yo en el manejo de las armas y confianza tienen en su fuerza” ( Iliada, Canto IV,310)
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DE RERUM  NATURA
De la naturaleza de las Cosas
Lucrecio Caro
( Libro II.-1318- 1350)

De Lucrecio seleccionamos un  célebre y breve texto de una rara y potente expresión sobre la experiencia de mirar el mundo “ingenuamente” como si fuera la primera vez. Es  el “estremecimiento sagrado” del que hablaba Goethe: “ El estremecimiento sagrado, he aquí la mejor parte del hombre. Por muy caro que el mundo le haga pagar lo que experimenta, es el sobrecogimiento donde se siente profundamente la realidad prodigiosa. Es por el extrañamiento que existo”,  cuyo eco resuena también en el resumen de la reflexión moral en Kant : “ ….el cielo estrellado sobre mi, y la ley moral en mi…”  y en  tantos sentimientos que esta experiencia suscita, como la de Thoreau “ Porqué habría de sentirme solo? ¿ No esta nuestro planea en la Via Lactea” o de Wittgenstein: “ Mi experiencia por excelencia, creo que la mejor forma de describirla es decir que cuando la tengo me asombro de la existencia del mundo”.

Esta admiración es la misma que la propia contemplación de la sabiduría para Séneca: “A mi , es cierto, suele sustraerme mucho la contemplación de la sabiduría, no de otra manera la contemplo, admirado como lo hago a veces con el propio mundo, al que, a menudo, observo como un espectador por primera vez”.  La misma relación asombro-sabiduría  la subraya Plutarco: “ el origen de la filosofía está en la búsqueda, y el origen de la búsqueda está en sentir asombro y perplejidad…”




“Aplícate ahora la sabiduría
pues deseo que entiendas las verdades
nuevas que va a exponer ante tus ojos
un nuevo orden de cosas; sin embargo,
como tan fácil opinión no haya
que no sea difícil adoptarla
al principio, y nada tan admirable
y tan extraordinario en sus principios
que con el tiempo no deje de admirarse;
si el color puro y claro de los cielos,
y el que contienen los errantes astros,
del sol y la luna el brillo luminoso,
si fuera todo junto presentado
a los mortales por la vez primera,
como si lo pusieran de repente,
y de un golpe a su vista ¿ qué podría
decirse comparable a estos objetos?
¿O qué nación osara la primera
creer posibles  cuadros tan grandiosos?(1)
Ninguna, a mi entender, ¿mas quién podría
sentir ahora admiración tamaña?
De la hartura de ver ya fatigados
nadie se digna levantar sus ojos
 a la luciente bóveda del cielo.
            Deja de desechar, despavorido
de aquesta novedad, la razón misma:
pésalo tu con juicio más delgado,
abraza mis verdades si son ciertas
o ármate contra ellas , si son falsas;
con la razón el ánimo examina
lo que hay al otro lado de los muros
del orbe en los espacios infinitos
hasta do quiera penetrar la mente
y  el espíritu libre remontarse.”


Traduccion del Abate Marchena.
Edicion de Agustin Garcia Calvo.-Cátedra 1983

Las citas iniciales (salvo la de Plutarco) son recogidas  por Pierre Hadot en su libro  “La filosofía como forma de vida”.

(1).- No puedo  dejar de ceder a la tentación de transcribir  el  poder del ritmo y la sintaxis del texto latino original:
“…..caeili  clarum purumque colorem
quaeque in se cohíbet palantia sidera passim
lunamque et solis praeclara nuce nitorem;
omnia quae nunc si primum mortalibus essent
ex  improviso si sint objecta repente,
quid magis his rebus poterat mirabile dici,
aut minus ante quod audient fore credere gentes ?



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LA EDUCACION Y LA  PALABRA SEGÚN ISOCRATES


Traemos a continuación   como material de reflexión dos breves  extractos de  textos de Isócrates, de su Panatenaico y su Antidosis. Escrito el primero en el  339 a. D. C. Cuando el autor tenia 97 años. De ese discurso seleccionamos el texto en que el sofista Isocrates habla de cómo debe ser la educación (el ideal de la paideia griega) a la que se ha dedicado como filósofo. El segundo es de 354 a.d.c., cuando el autor tenia 82 años  y explica los fundamentos de la enseñanza a que se dedica.

Una persona educada no es el que posee saberes, o ciencia o experiencia o talento sino el que ha seguido una educación.  Educar es formar hombres con juicio acertado, que guían su conducta por el ejercicio de  la inteligencia usando el pensamiento y  la razón y capaces de llevar una vida recta y justa, abierta con tolerancia  a los otros,  dignamente  feliz, sin carecer  de placeres moderados. Atentos e interesados sobre todo a  las cosas  y   las razones  que se refieren a las virtudes que los   hombres    ejercen cívicamente, es decir,   las   que  comparten y  utilizan   comprometiendose   con una ciudad bien ordenada.

Hasta aquí el texto de Isócrates. De la totalidad de otros  textos de Isócrates- y a cuya lectura animamos con esta primera “muestra”-  se desprende algo que   para un sofista como él era compartido por cualquier griego ilustrado: lo que les motiva, su filosofía- que bien entendida forma parte de la vida misma,- es  la conjunción de la vida cívica con la oratoria. Está  más  representada por la  retórica que por la dialéctica. La filosofía y la educación que hacia ella se dirige,  puesto que  los sofistas eran “los maestros de Grecia”  es  para ellos  una actividad del lenguaje, de persuadir, de volcar la opinión en una asamblea, de instruir en democracia.

 Es  la razón y la palabra la que juntas  hacen el logos. Sobre todo la palabra   publica y compartida, es decir cuando se dan razones de los actos.  Con Thugendat, hoy diríamos que la razón esta dirigida a  justificar más que fundamentar. La sabiduría humana no es una ontología, un ser, sino un logos, una opinión. Platón, para quien  la política es todo lo contrario,  una episteme,  es decir, una ciencia y una técnica  y no una opinión, un consenso,   excluye   a los sofistas y a todos los que así piensan, por esa razón, del campo de la verdad. Excluye en realidad con ello  al propio convencimiento democrático  de todos sus ciudadanos  griegos coetáneos.

No obstante, Isócrates no es un sofista al uso, o mejor dicho  un sofista de los caricaturizados por Platón. El mismo escribe   un discurso Contra Sofistas. Para él la retórica no es una palabrería  que se vende, vacía de ética, el famoso arte de hacer parecer bien lo que esta mal gracias a la argumentación sino que se vincula a la conducta virtuosa. Es el modo de vida del orador, sus virtudes y su buena reputación lo que decide al final el resultado del discurso. Y no se olvida de  reivindicarlo orgullosamente poniendo su propia forma de vida como ejemplo. (Antidosis, Panatenaico)

Si traemos dos breves textos  aquí  y recomendamos la lectura de los otros es  por su potencial como material de reflexión. Para poner en relieve algo de actualidad candente. Porque  en el fondo de esta confrontación polémica, por lo tanto,   hay dos concepciones opuestas: por un lado la ontología, a lo largo de una línea desde Parménides a Heidegger con Platón por medio  y  por la cual se trata  de decir lo que es , y por otro lado la  de los sofistas, hasta Lacan, la filosofía analítica o la acción comunicativa de Habermas, para la cual el ser es el efecto del decir.

Con todas las considerables consecuencias que cada una de las posiciones tiene para la teoría y la praxis política pues  podría decirse que  gran parte de la discusión política y ética hoy  sigue siendo todavía  una inacabable  vuelta al mismo asunto.

………….



“….Entonces  ¿a quienes llamo personas bien educadas puesto que rechazo los oficios, las ciencias y el talento?.:

.-  En primer lugar, a los que se valen bien de las actividades que ocurren cada dia  y tienen una opinión adecuada a las oportunidades y capaz de acertar muchas veces en lo que le conviene.
.-Después a los que tratan con dignidad y justicia a los que siempre están con ellos, soportan de buen humos y con facilidad los enojos y orgullos de los demás y se muestran muy dulces y comedidos con ss compañeros.
.-También a los que siempre dominan  los placeres y no se abaten en exceso con las desgracias sino que en ellas se comportan con valentía y la forma adecuada a la naturaleza e la que participamos.
.-En cuarto y principal lugar, a los que no se estropean con los éxitos, ni se ponen fuera de si ni se vuelen arrogantes sino que se mantienen en la categoría de hombres inteligentes y no se alteran mas con los bienes que les correspondieron por azar que con los que les vienen dados desde el principio por sus buenas cualidades e inteligencia.

De quines poseen una disposición de espíritu ajustada no solamente a una de estas cualidades sino a todas, de esos afirmo que son hombres inteligentes, completos y que tienen todas las virtudes. Eso es lo que pienso de la buena educación….. (…)

Sobre todo me interesan aquellos hombres que no escucharan con mas gusto otro discurso que no cuente  las virtudes de los hombres  y la manera de ser de una ciudad bien ordenada.”

( Panatenaico)

………………..


“……Con las demás cualidades que tenemos, como ya dije antes, en nada aventajamos a los animales, sino que incluso somos inferiores a la mayoría de ellos en rapidez, fuerza y otros recursos. Pero como existe entre nosotros la posibilidad de convencernos mutuamente y de aclararnos aquello sobre lo que tomamos decisiones, no solo nos libramos de la vida salvaje, sino que no reunimos, habitamos ciudades, establecimos leyes Descubrimos las técnicas, y de todo cuanto hemos inventado, la palabra es lo que ayudó a establecerlo. Ella determinó con leyes lo que es justo e injusto, lo bello y lo vergonzoso, y , de no haber sido separadas estas cualidades, no habríamos sido capaces de vivir en comunidad”….

Sobre estos asuntos   basta lo que hasta ahora he dicho y aconsejado. En cuanto a la sabiduría y filosofía no conviene que hablen de estos temas quienes discutan sobe otros diferentes- pues son ajenas a todos los negocios- y es a mí, puesto que soy juzgado por ellas, a quien corresponde delimitar y aclararos lo que se considera auténtica filosofía. Lo que se  de ello es muy simple. Puesto que la naturaleza humana no puede adquirir una ciencia con la que podamos saber lo que hay que hacer o decir, en el resto de los saberes considero sabios a quienes son capaces de alcanzar lo mejor con sus opiniones”

( Antidosis)
…………….

( Referencias bibliograficas: Isocrates .-“ Discursos”.-Gredos  Madrid 1982)

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LAS QUEJAS REACCIONARIAS DE UN VIEJO OLIGARCA  AGRAVIADO 

(“Constitución de Atenas “por El Viejo oligarca””.-Atribuido a  Jenofonte).-380 a. De JC.



“…..En cambio en Arenas actualmente
 hay la mayor y mas incontrolada adulación por parte de los esclavos
 y los metecos y ni los puedes echar fuera a patadas,
ni  ningún esclavo te cederá jamás el paso”.






“Sobre el hecho de que los atenienses se hayan dado el  tipo de constitución por el que se rigen, no puedo dar mi aprobación, ya que con ella han posibilitado que los peores  gobiernen sobre los mejores. Por lo tanto no me parece que merezcan elogio alguno de mi parte. Pero una vez que asi lo han decidido pasare a reseñar el acierto con que lo han preservado y como gestionan los demás asuntos de una manea  que merece la aprobación de los demás griegos.

 Empezaré por decir que allí los  pobres y el pueblo en general disfrutan de mayores derechos que quienes pertenecen a buenas familias y son ricos, por el hecho de que es el pueblo quien equipa las naves y consolida el poder en la ciudad; en efecto, son los gobernalles de naves, los remeros, los jefes de los cincuenta remeros, los jefes de prooa y los constructores de naves quienes aumentan el poder de la ciudad mucho mas que los hoplitas, los nobles y los hombres de bien. Y siendo así, a todo el mundo le parece bien que sean aquellos los que participan de las magistraturas, sea por sorteo o por elección, y que cada ciudadano pueda hablar libremente si asi es su deseo.


  Pero el caso es que ciertas magistraturas comportan seguridad o riesgo para el conjunto de la ciudad, dependiendo que la ejerzan o no con competencia; y de estas ultimas el pueblo no encuentra interés en participar: por ejemplo no desean hacerlo mediante sorteo ni los cargos de estratego del ejercito ni comandante de la caballería. Sobre estas  piensa el pueblo que se obtiene mayor beneficio si  no son ejercidas por un ciudadano cualquiera sino que  las dejan en manos de los mas preparados. En cambio respecto de aquellas otras que conllevan un salario y ciertos beneficios privados, el pueblo se siente ávido de ocuparlas. En consecuencia hay un aspecto que extraña a muchos, a saber: que los ateniense otorgan la mayor parte de las magistraturas a los pobres hay la gente corriente del pueblo en vez de a los mejores. Y es precisamente en este punto en el que se manifiestan todos muy interesados en salvaguardar su sistema democrático. Porque son  los peores, la gente corriente y ls pobres, cuando las cosas les va bien a ellos y a sus numerosos compañeros quienes sostienen la democracia; en cambio si son los ricos y los mas capaces los que disfrutan de privilegios entonces las masas populares les hacen una fuerte oposición.



Pero el caso es que en cualquier lugar de la tierra lo mejor siempre se opone a la democracia. Y ello es así porque entre los mejores apenas se da la mas mínima adulación o injusticia, y si en cambio un gran escrúpulo ante lo que es bueno, y a su vez entre las clases bajas abunda la ignorancia, la falta de disciplina y la maldad. Se debe esto a que la pobreza suele arrastrarlos a acciones vergonzosas y la falta de dinero les conduce a ser ignorantes y sin educación. Alguien podría opinar que no deberían autorizar a hablar por igual a todo el mundo, i a participar como miembro de un Consejo, sino solo a los mas capaces y mejores. En  cambio la decisión que mas conviene a los atenienses es permitir a que hablen incluso los peores ciudadanos pues si fueran los ricos los que tomaran la palabra  y deliberaran seria magnifico para los de su clase pero no para las clases populares. Pero, tal y como están las cosas en la actualidad, cualquiera que desee  ponerse en  pie y hacer uso de la palabra consigue lo que le conviene para  los de  su clase. Y tal vez podría alguien argumentar: “¿pero como va a saber un hombre tal lo que es bueno para el y para el pueblo?” Pero ellos si que saben que la ignorancia, la maldad y la benevolencia de tales l individuos son mas beneficiosas que la virtud, la sabiduría y la malevolencia de alguien mejor.



Una ciudad que se rija por tales comportamientos no podría llegar a a ser la mejor, pero  su régimen democrático quedara consolidado de esta manera.  Y es que el pueblo no quiere un buen gobierno bajo el que ellos mismos vivan como esclavos, lo que quieren es ser libres y tener el mando.  Nada les preocupa un mal gobierno. Lo que tu consideras un mal gobierno es de donde el pueblo extrae su fuerza y su libertad. Si lo que buscas es una buen forma de gobierno, lo primero que verás es que son los ciudadanos más capaces quienes aprueban las leyes en su propio interés. En  segundo lugar veras que los mejores castigan a los peores; que son ellos los  que gobiernan la ciudad y que no permiten que los insensatos deliberen ni hablen ni participen en la Asamblea. Como consecuencia de todas estas sabias medidas el pueblo vendría a caer de inmediato en la esclavitud.



En cambio en Arenas actualmente hay la mayor y mas incontrolada adulación por parte de los esclavos y los metecos y ni los puedes echar fuera a patadas, ningún esclavo te cederá jamás el paso. Y te voy a decir el motivo de esta practica tan usual: si la ley autorizara a un hombre libre  a golpear a un esclavo, un meteco o un liberto, muchas veces darías el golpe por error a un ciudadano ateniense tomándolo por esclavo. Porque en Atenas los ciudadanos no visten mejor que los esclavos o los metecos, ni tampoco es mejor su aspecto exterior. Y si alguien se siente extrañado porque allí dejan a los esclavos vivir regaladamente y a algunos de ellos incluso con lujos, deberá tener claro que hay alguna razón para hacerlo asi. Pues donde existe una potencia naval se hace absolutamente necesario por razones económicas convertirse en esclavo de los esclavos, a din de obtener algún beneficio de los impuestos que ellos pagan, y por lo tanto se hace imprescindible dejarle libertades.  Y en aquellos sitios en los que los esclavos se han hecho ricos no es de extrañar que un esclavo mío no sienta el menor miedo por ti. En cambio en Esparta, un esclavo que sea mío siempre te tendrá respeto. Y si un esclavo tuyo me  tiene miedo, en posible acceda a entregar su propio dinero con tal de no ser quien  corra peligro. Y hemos establecido la libertad de expresión por igual a eslavos y libres, y a metecos y a  ciudadanos .porque la ciudad tiene necesidad de los metecos a la vista de las múltiples tareas artesanas y por causa de la flota.  Consecuentemente también hemos instaurado la libertad de palabra para los metecos.

El pueblo ha suprimido en Atenas las competiciones atléticas y musicales por que piensa que  dichas actividades no están bien( es decir porque sabe que no puede dedicarse a ellas).  En cambio si participa en los entrenamientos de los concursos de coros y en los certámenes de gimnasia y en los juegos de trirremes porque sabe que son los ricos los que sufragan  con su dinero los coros  pero es el pueblo el que forma parte de ellos. Porque son los ricos los que subvencionan los certámenes de gimnasia y es el pueblo el que participa tanto en los juegos gimnásticos como en el de las trirremes. El pueblo cree ser legitimo obtener dinero por cantar, correr , danzar, enrolarse en las naves, y que así sea el rico y los ricos los que cada vez se hagan mas pobres. Y por lo  que se refiere a la justicia de los tribunales, no les importa tanto la justicia como su beneficio.

Y en lo que se refiere a los aliados, los atenienses se comportan  así : cuando hacen expediciones fuera, según dicen, delatan y muestran su odio hacia los aristócratas porque entienden que necesariamente el que manda es odiado por el que es mandado, y si ven que en potras ciudades gobiernan los ricos y los aristócratas, calculan que el gobierno del pueblo en Atenas durara muy poco tiempo. Y por ello privan de sus derechos a los  ricos, les requisan sus fortunas, les expulsan y les condenan a muerte, al tiempo que aumenta el poder de las clases populares. A su vez las clases aristócratas de Atenas protegen a os aristócratas de otras ciudades porque saben que dicha protección redundara siempre en su propio interés.  Alguien podrá decir que el  poder de los atenienses reside en la capacidad que tienen los aliados en pagarles tributos, pero la gente de las clases inferiores prefiere que los tributos de los aliados pasen  a poder d e cada  uno de ellos y que los aliados se queden solo con lo suficiente para vivir y trabajen sin dedicarse a conspirar.

También en otros aspectos da la impresión de qu e el pueblo de Atenas toma las decisiones equivocadas; por ejemplo, obligan a los aliados a acudir a Atenas para resolver sus pleitos. Aunque ellos contraargumentan diciendo el pueblo tiene así grandes beneficios. En primer lugar consiguen un salario durante todo el año al actuar como jueces, salario que les abona los pritaneos; en segundo lugar, sentados en su casa y sin que tener que embarcarse en sus naves, controlan los asuntos d e las ciudades aliada; y en los juicios favorecen a los demócratas y perjudican a sus oponentes (.....)


Por otra parte, los atenienses, al estar habituados a oír diversos dialectos han tomado algunas expresiones de unos, otras de otros, así, mientras los demás griegos tienden a usar solo su dialecto, observar su propio estilo de vida y vestirse con sus propios vestidos, los atenienses se sirven de una mezcla de todo ello, sean griego o no griegos. Las clases populares atenienses se dan cuenta de que resulta imposible para los pobres ofrecer sacrificios, dar lujosas fiestas, erigir santuarios o administrar una ciudad hermosa y grande, y sin embargo han encontrado la manera de hacer todo esto. En efecto, ofrecen sacrificios de muchas victimas a expensas publicas y es el pueblo  que disfruta de las fiestas y el que aprovecha de los repartos de carne de las victimas. Algunos ciudadanos acaudalados poseen baños, palestras, vestuarios, para uso privado  pero también el pueblo se ha construido para su uso palestras, vestuarios y baños en común. Hasta el extremo de que la masa de los ciudadanos disfruta de todo ello no menos que los miembros de las clases acomodadas. Los atenienses son además los únicos entre los griegos y los no griegos que son capaces de hacer dinero. Por ejemplo, si una ciudad es rica por sus maderas  de construcción de naves  ¿dónde lo van a comercializar sin ser dueños del mar?  (....)


De otro lado, las ciudades de regímenes oligárquicos tienen necesidad de firmar pactos o alianzas y si no respetan  los acuerdos y cometen algún acto de injusticia, enseguida se conocen los nombres de aquellos pocos que firmaron el pacto. En cambio cuando es todo el pueblo quien ha convenido el acuerdo, siempre les cabe el recurso de imputar al cargo a quien tomo la palabra en la asamblea o a quien propuso la votación, mientras que los demás se escudan  en que aquel dia no asistieron a la asamblea  o que no estaban de acuerdo con lo que fue acordado por el pleno del pueblo. Y si esto no les parece  acertado pueden inventarse mil excusas para no hacer lo que de hecho no desean hacer. Y si como  consecuencia de las decisiones del pueblo se produce un mal resultado, los ciudadanos echan la culpa a unos pocos que al proponer otra cosa distinta han  terminado arruinando sus planes, pero si el resultado es beneficioso se arrogan el merito como propio. Tampoco toleran, por ejemplo, que en las comedias se critique al pueblo, no sea que vayan a alcanzar mala reputación, pero si alguien se empeña en criticar a una persona en particular, le animan a que lo haga o porque saben  que en general las personas que son objeto de burla en las comedias no son de las clases populares, sino que es una persona de dinero, de buena familia, o que goza de cierta influencia. De hecho, en la comedia son muy pocos los casos en que se hace burla de los pobres o de ciudadanos corrientes a no ser que se trate de individuos que se entrometen en asuntos ajenos o quienes aparentan ser lo que no son, y por eso en estos casos no lo llevan mal que los comediantes insulten a este tipo de personas


En mi opinión  estoy en condiciones de afirmar que el pueblo de Atenas conoce perfectamente qué personas son buenos ciudadanos y cuales son malos, pero que a pesar de tener clara esa conciencia, estiman a quienes les son afines y útiles, aunque sean peores; y en cambio suelen odiar a los mejores. Y es que no suelen recapacitar en que los buenos son de manera natural excelentes para ser rutiles al pueblo, sino para perjudicarlo. Por otra parte, algunas persona no son por naturaleza partidarias del sistema democrático, aunque se sitúen al lado de los demócratas. Comprendo y tolero que el pueblo sea partidario de la democracia, pues es comprensible que cualquiera vele por sus intereses. Pero quien no pertenece a las clases populares y sin embargo prefiere vivir en una ciudad bajo un régimen democrático mejor que bajo uno oligárquico es alguien que  se ha buscado para  si mismo un tipo de vida poco honesto, y es plenamente consciente de que resulta mas fácil para un malvado vivir en el anonimato en una ciudad democrática que en una oligarquía. 


En consecuencia no puedo elogiar la Constitución de los atenienses, pero ya que a ellos les parece el mejor sistema, debo reconocer que han sabido conservarla perfectamente gracias a las circunstancias que he expuesto. Veo además que  alguien ha manifestado ciertas reservas debido a que en ocasiones una persona no puede  hacer sus gestiones ante el Consejo o la asamblea aunque resida en la ciudad todo el año. Y sucede esto entre los atenienses porque debido a la gran cantidad de cosas que tienen que tratar no pueden resolver con nadie sus asuntos  antes de que ese tal tenga que ausentarse de la ciudad.  ¿ Y cómo va a resultar posible , si celebran mas fiestas que nadie en toda Grecia?. En segundo lugar tienen que ocuparse en juicios privados y públicos y exámenes y rendiciones d cuentas de los magistrados en una proporción que nadie conoce y  el Consejo debe trata múltiples cuestiones relativas a la guerra, los impuestos, la redacción de las leyes, otras relativas a múltiples incidencias que acaecen a diario en la ciudad, muchas otras relativas a los aliados, a la recepción de los tributos, el mantenimiento de los astilleros y conservación de los santuarios.  Por eso ¿ puede alguien extrañarse si con tantos asuntos en que ocuparse no terminan de tratar otras gestiones con nadie?. Algunos afirman: “ Si vas ante el Consejo o la Asamblea con una buena suma de dinero, tus asunto saldrán adelante”. Estoy completamente de acuerdo con ellos en que en Atenas se pueden gestionar muchos asuntos por dinero, y aun añadiría que muchos otros mas podrían resolverse si se dispusiese de mas dinero. Pero en cambio, también estoy plenamente seguro  de que la ciudad no es capaz de solucionar todos los problemas que se le presentan, ni aunque se les ofrezca todo e lo oro y la lata del mundo. Porque como he dicho, tienen también que resolver los juicios cuando alguien no repara su barco o si alguien edifica en una propiedad publica. Deben decidir cada año quienes organizan los coros de las fiestas Dionisias, Targelias, Panateneas, Prometeas  y Hefesteas, cada año deben elegir cuatrocientos trierarcas y resolver las disidencias que entre ellos pudieran surgir. También tienen que realizar las pruebas de rendición de cuentas de los magistrados y resolver los casos, aprobar la lista de huérfanos y elegir los cargos de guardianes de las prisiones. Y todo esto cada año. Y de vez en cuando tiene que tratar con asuntos de deserción del ejercito y otros delitos que pueden surgir, ya se trate de comportamientos irregulares esporádicos o de claros actos de impiedad. 


 Y aun dejo de lado muchas cosas, aunque he pasado revista a las mas importantes, excepto lo que se refiere a la fijación de los tributos, que es un asunto que se dirime cada cuatro años. Pues bien, ¿ podría alguien pensar que no hay que dictaminar sobre todos estos asuntos?  Pues a ver quien dice que es lo que no hay que tratar ante los tribunales allí. Pero si se admite que  todo ello tiene que ser visto por los tribunales se  tendrá que reconocer que debe de hacerse todo en un año, aunque ahora no son capaces de acabar con los delincuentes, debido a que son muchos. Bueno, alguien podría decir que si que hay que ver todo esto ante los tribunales, pero que el numero de jueces  se reduzca; pero entonces resultará muchos mas fácil sobornar al tribunal y corromper a los jueces para que sus veredictos sena menos justos. Súmese a todo ello el hecho de que los atenienses cierran los tribunales mientras duran las fiestas y lo cierto es que celebran el doble de fiestas que las demás ciudades. (...)

Podría alguien suponer que nadie ha sido injustamente  privado de sus derechos en Atenas,. A ello replico yo que algunos si que lo han  sido, aunque sean pocos. Por otra parte, para derrocar la democracia en Atenas se requiere a mucha gente. Y siendo esto así, lo que hay que considerar no es si algunas personas han sido privadas de sus derechos justamente, sino si alguno lo ha sido de manera injusta. Además ¿ como podría pensarse en que se haya privado de sus derechos a muchas personas en Atenas, si en esta ciudad es el pueblo el que desempeña las magistraturas ¿ Solo si prevarica como magistrado o no se hace el correcto uso  de la palabra o se toman decisiones injustas, pueden los ateniense ser privados de sus derechos. A la vista de tales consideraciones no hay que pensar que haya peligro en Atenas de perder los derechos cívicos.”

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L. ANNAEI SENECAE AD PAVLINVM DE BREVITATE 

 VITAE


I. 1 Maior pars mortalium, Pauline, de naturae malignitate conqueritur, quod in exiguum aeui gignimur, quod haec tam uelociter, tam rapide dati nobis temporis spatia decurrant, adeo ut exceptis admodum paucis ceteros in ipso uitae apparatu uita destituat. Nec huic publico, ut opinantur, malo turba tantum et imprudens uulgus ingemuit; clarorum quoque uirorum hic affectus querellas euocauit. 2 Inde illa maximi medicorum exclamatio est: "uitam breuem esse, longam artem". Inde Aristotelis cum rerum natura exigentis minime conueniens sapienti uiro lis: "aetatis illam animalibus tantum indulsisse, ut quina aut dena saecula educerent, homini in tam multa ac magna genito tanto citeriorem terminum stare." 3 Non exiguum temporis habemus, sed multum perdidimus. Satis longa uita et in maximarum rerum consummationem large data est, si tota bene collocaretur; sed ubi per luxum ac neglegentiam diffluit, ubi nulli bonae rei impenditur, ultima demum necessitate cogente, quam ire non intelleximus transisse sentimus. 4 Ita est: non accipimus breuem uitam sed fecimus, nec inopes eius sed prodigi sumus. Sicut amplae et regiae opes, ubi ad malum dominum peruenerunt, momento dissipantur, at quamuis modicae, si bono custodi traditae sunt, usu crescunt: ita aetas nostra bene disponenti multum patet.

II. 1 Quid de rerum natura querimur? Illa se benigne gessit: uita, si uti scias, longa est. [At] alium insatiabilis tenet auaritia; alium in superuacuis laboribus operosa sedulitas; alius uino madet, alius inertia torpet; alium defetigat ex alienis iudiciis suspensa semper ambitio, alium mercandi praeceps cupiditas circa omnis terras, omnia maria spe lucri ducit; quosdam torquet cupido militiae numquam non aut alienis periculis intentos aut suis anxios; sunt quos ingratus superiorum cultus uoluntaria seruitute consumat; 2 multos aut affectatio alienae formae aut suae querella detinuit; plerosque nihil certum sequentis uaga et inconstans et sibi displicens leuitas per noua consilia iactauit; quibusdam nihil quo cursum derigant placet, sed marcentis oscitantisque fata deprendunt, adeo ut quod apud maximum poetarum more oraculi dictum est uerum esse non dubitem: "Exigua pars est uitae qua uiuimus. Ceterum quidem omne spatium non uita sed tempus est. 3 Urgent et circumstant uitia undique nec resurgere aut in dispectum ueri attollere oculos sinunt. Et immersos et in cupiditatem infixos premunt, numquam illis recurrere ad se licet. Si quando aliqua fortuito quies contigit, uelut profundo mari, in quo post uentum quoque uolutatio est, fluctuantur nec umquam illis a cupiditatibus suis otium stat. 4 De istis me putas dicere, quorum in confesso mala sunt? Aspice illos ad quorum felicitatem concurritur:bonis suis effocantur. Quam multis diuitiae graues sunt! Quam multorum eloquentia et cotidiana ostentandi ingenii sollicitatio sanguinem educit! Quam multi continuis uoluptatibus pallent! Quam multis nihil liberi relinquit circumfusus clientium populus! Omnis denique istos ab infimis usque ad summos pererra: hic aduocat, hic adest, ille periclitatur, ille defendit, ille iudicat, nemo se sibi uindicat, alius in alium consumitur. Interroga de istis quorum nomina ediscuntur, his illos dinosci uidebis notis: ille illius cultor est, hic illius; suus nemo est. 5 Deinde dementissima quorundam indignatio est: queruntur de superiorum fastidio, quod ipsis adire uolentibus non uacauerint! Audet quisquam de alterius superbia queri, qui sibi ipse numquam uacat? Ille tamen te, quisquis es, insolenti quidem uultu sed aliquando respexit, ille aures suas ad tua uerba demisit, ille te ad latus suum recepit: tu non inspicere te umquam, non audire dignatus es. Non est itaque quod ista officia cuiquam imputes, quoniam quidem, cum illa faceres, non esse cum alio uolebas, sed tecum esse non poteras.

III. 1 Omnia licet quae umquam ingenia fulserunt in hoc unum consentiant, numquam satis hanc humanarum mentium caliginem mirabuntur: praedia sua occupari a nullo patiuntur et, si exigua contentio est de modo finium, ad lapides et arma discurrunt; in uitam suam incedere alios sinunt, immo uero ipsi etiam possessores eius futuros inducunt; nemo inuenitur qui pecuniam suam diuidere uelit, uitam unusquisque quam multis distribuit! Adstricti sunt in continendo patrimonio, simul ad iacturam temporis uentum est, profusissimi in eo cuius unius honesta auaritia est. 2 Libet itaque ex seniorum turba comprendere aliquem: "Peruenisse te ad ultimum aetatis humanae uidemus, centesimus tibi uel supra premitur annus: agedum, ad computationem aetatem tuam reuoca. Duc quantum ex isto tempore creditor, quantum amica, quantum rex, quantum cliens abstulerit, quantum lis uxoria, quantum seruorum coercitio, quantum officiosa per urbem discursatio; adice morbos quos manu fecimus, adice quod et sine usu iacuit: uidebis te pauciores annos habere quam numeras. 3 Repete memoria tecum quando certus consilii fueris, quotus quisque dies ut destinaueras recesserit, quando tibi usus tui fuerit, quando in statu suo uultus, quando animus intrepidus, quid tibi in tam longo aeuo facti operis sit, quam multi uitam tuam diripuerint te non sentiente quid perderes, quantum uanus dolor, stulta laetitia, auida cupiditas, blanda conuersatio abstulerit, quam exiguum tibi de tuo relictum sit: intelleges te immaturum mori." 4 Quid ergo est in causa? Tamquam semper uicturi uiuitis, numquam uobis fragilitas uestra succurrit, non obseruatis quantum iam temporis transierit; uelut ex pleno et abundanti perditis, cum interim fortasse ille ipse qui alicui uel homini uel rei donatur dies ultimus sit. Omnia tamquam mortales timetis, omnia tamquam immortales concupiscitis. 5 Audies plerosque dicentes: "A quinquagesimo anno in otium secedam, sexagesimus me annus ab officiis dimittet." Et quem tandem longioris uitae praedem accipis? Quis ista sicut disponis ire patietur? Non pudet te reliquias uitae tibi reseruare et id solum tempus bonae menti destinare quod in nullam rem conferri possit? Quam serum est tunc uiuere incipere cum desinendum est? Quae tam stulta mortalitatis obliuio in quinquagesimum et sexagesimum annum differre sana consilia et inde uelle uitam inchoare quo pauci perduxerunt?

IV. 1 Potentissimis et in altum sublatis hominibus excidere uoces uidebis quibus otium optent, laudent, omnibus bonis suis praeferant. Cupiunt interim ex illo fastigio suo, si tuto liceat, descendere; nam ut nihil extra lacessat aut quatiat, in se ipsa fortuna ruit. 2 Diuus Augustus, cui dii plura quam ulli praestiterunt, non desiit quietem sibi precari et uacationem a re publica petere; omnis eius sermo ad hoc semper reuolutus est, ut speraret otium: hoc labores suos, etiam si falso, dulci tamen oblectabat solacio, aliquando se uicturum sibi. 3 In quadam ad senatum missa epistula, cum requiem suam non uacuam fore dignitatis nec a priore gloria discrepantem pollicitus esset, haec verba inueni: "Sed ista fieri speciosius quam promitti possunt. Me tamen cupido temporis optatissimi mihi prouexit, ut quoniam rerum laetitia moratur adhuc, praeciperem aliquid uoluptatis ex uerborum dulcedine." 4 Tanta uisa est res otium, ut illam, quia usu non poterat, cogitatione praesumeret. Qui omnia uidebat ex se uno pendentia, qui hominibus gentibusque fortunam dabat, illum diem laetissimus cogitabat quo magnitudinem suam exueret. 5 Expertus erat quantum illa bona per omnis terras fulgentia sudoris exprimerent, quantum occultarum sollicitudinum tegerent: cum ciuibus primum, deinde cum collegis, nouissime cum affinibus coactus armis decernere mari terraque sanguinem fudit. Per Macedoniam, Siciliam, Aegyptum, Syriam Asiamque et omnis prope oras bello circumactus Romana caede lassos exercitus ad externa bella conuertit. Dum Alpes pacat immixtosque mediae paci et imperio hostes perdomat, dum [ut] ultra Rhenum et Euphraten et Danuuium terminos mouet, in ipsa urbe Murenae, Caepionis Lepidi, Egnati, aliorum in eum mucrones acuebantur. 6 Nondum horum effugerat insidias: filia et tot nobiles iuuenes adulterio uelut sacramento adacti iam infractam aetatem territabant Paulusque et iterum timenda cum Antonio mulier. Haec ulcera cum ipsis membris absciderat: alia subnascebantur; uelut graue multo sanguine corpus parte semper aliqua rumpebatur. Itaque otium optabat, in huius spe et cogitatione labores eius residebant, hoc uotum erat eius qui uoti compotes facere poterat.

V. 1 M. Cicero inter Catilinas, Clodios iactatus Pompeiosque et Crassos, partim manifestos inimicos, partim dubios amicos, dum fluctuatur cum re publica et illam pessum euntem tenet, nouissime abductus, nec secundis rebus quietus nec aduersarum patiens, quotiens illum ipsum consulatum suum non sine causa sed sine fine laudatum detestatur! 2 Quam flebiles uoces exprimit in quadam ad Atticum epistula iam uicto patre Pompeio, adhuc filio in Hispania fracta arma refouente! "Quid agam", inquit, "hic, quaeris? Moror in Tusculano meo semiliber." Alia deinceps adicit, quibus et priorem aetatem complorat et de praesenti queritur et de futura desperat. 3 Semiliberum se dixit Cicero: at me hercules numquam sapiens in tam humile nomen procedet, numquam semiliber erit, integrae semper libertatis et solidae, solutus et sui iuris et altior ceteris. Quid enim supra eum potest esse qui supra fortunam est?

VI. 1 Liuius Drusus, uir acer et uehemens, cum leges nouas et mala Gracchana mouisset stipatus ingenti totius Italiae coetu, exitum rerum non peruidens, quas nec agere licebat nec iam liberum erat semel incohatas relinquere, exsecratus inquietam a primordiis uitam dicitur dixisse: uni sibi ne puero quidem umquam ferias contigisse. Ausus est enim et pupillus adhuc et praetextatus iudicibus reos commendare et gratiam suam foro interponere tam efficaciter quidem, ut quaedam iudicia constet ab illo rapta. 2 Quo non erumperet tam immatura ambitio? Scires in malum ingens et priuatum et publicum euasuram tam praecoquem audaciam. Sero itaque querebatur nullas sibi ferias contigisse a puero seditiosus et foro grauis. Disputatur an ipse sibi manus attulerit; subito enim uulnere per inguen accepto collapsus est, aliquo dubitante an mors eius uoluntaria esset, nullo an tempestiua. 3 Superuacuum est commemorare plures qui, cum aliis felicissimi uiderentur, ipsi in se uerum testimonium dixerunt perosi omnem actum annorum suorum; sed his querellis nec alios mutauerunt nec se ipsos: nam cum uerba eruperunt, affectus ad consuetudinem relabuntur. 4 Vestra me hercules uita, licet supra mille annos exeat, in artissimum contrahetur: ista uitia nullum non saeculum deuorabunt; hoc uero spatium, quod quamuis natura currit ratio dilatat, cito uos effugiat necesse est; non enim apprenditis nec retinetis uel ocissimae omnium rei moram facitis, sed abire ut rem superuacuam ac reparabilem sinitis.

VII. 1 In primis autem et illos numero qui nulli rei nisi uino ac libidini uacant; nulli enim turpius occupati sunt. Ceteri, etiam si uana gloriae imagine teneantur, speciose tamen errant; licet auaros mihi, licet iracundos enumeres uel odia exercentes iniusta uel bella, omnes isti uirilius peccant: in uentrem ac libidinem proiectorum inhonesta tabes est. 2 Omnia istorum tempora excute, aspice quam diu computent, quam diu insidientur, quam diu timeant, quam diu colant, quam diu colantur, quantum uadimonia sua atque aliena occupent, quantum conuiuia, quae iam ipsa officia sunt: uidebis quemadmodum illos respirare non sinant uel mala sua vel bona. 3 Denique inter omnes conuenit nullam rem bene exerceri posse ab homine occupato, non eloquentiam, non liberales disciplinas, quando districtus animus nihil altius recipit sed omnia uelut inculcata respuit. Nihil minus est hominis occupati quam uiuere: nullius rei difficilior scientia est. Professores aliarum artium uulgo multique sunt, quasdam uero ex his pueri admodum ita percepisse uisi sunt, ut etiam praecipere possent: uiuere tota uita discendum est et, quod magis fortasse miraberis, tota uita discendum est mori. 4 Tot maximi uiri, relictis omnibus impedimentis, cum diuitiis, officiis, uoluptatibus renuntiassent, hoc unum in extremam usque aetatem egerunt ut uiuere scirent; plures tamen ex his nondum se scire confessi uita abierunt, nedum ut isti sciant. 5 Magni, mihi crede, et supra humanos errores eminentis uiri est nihil ex suo tempore delibari sinere, et ideo eius uita longissima est, quia, quantumcumque patuit, totum ipsi uacauit. Nihil inde incultum otiosumque iacuit, nihil sub alio fuit, neque enim quicquam repperit dignum quod cum tempore suo permutaret custos eius parcissimus. Itaque satis illi fuit: iis uero necesse est defuisse ex quorum uita multum populus tulit. 6 Nec est quod putes hinc illos aliquando non intellegere damnum suum: plerosque certe audies ex iis quos magna felicitas grauat inter clientium greges aut causarum actiones aut ceteras honestas miserias exclamare interdum: "Viuere mihi non licet." 7 Quidni non liceat? Omnes illi qui te sibi aduocant tibi abducunt. Ille reus quot dies abstulit? Quot ille candidatus? Quot illa anus efferendis heredibus lassa? Quot ille ad irritandam auaritiam captantium simulatus aeger? Quot ille potentior amicus, qui uos non in amicitiam sed in apparatu habet? Dispunge, inquam, et recense uitae tuae dies: uidebis paucos admodum et reiculos apud te resedisse. 8 Assecutus ille quos optauerat fasces cupit ponere et subinde dicit: "Quando hic annus praeteribit?" Facit ille ludos, quorum sortem sibi obtingere magno aestimauit: "Quando", inquit, "istos effugiam?" Diripitur ille toto foro patronus et magno concursu omnia ultra quam audiri potest complet: "Quando", inquit, "res proferentur?" Praecipitat quisque uitam suam et futuri desiderio laborat, praesentium taedio. 9 At ille qui nullum non tempus in usus suos confert, qui omnes dies tamquam ultimum ordinat, nec optat crastinum nec timet. Quid enim est quod iam ulla hora nouae uoluptatis possit afferre? Omnia nota, omnia ad satietatem percepta sunt. De cetero fors fortuna ut uolet ordinet: uita iam in tuto est. Huic adici potest, detrahi nihil, et adici sic quemadmodum saturo iam ac pleno aliquid cibi: quod nec desiderat [et] capit. 10 Non est itaque quod quemquam propter canos aut rugas putes diu uixisse: non ille diu uixit, sed diu fuit. Quid enim, si illum multum putes nauigasse quem saeua tempestas a portu exceptum huc et illuc tulit ac uicibus uentorum ex diuerso furentium per eadem spatia in orbem egit? Non ille multum nauigauit, sed multum iactatus est.

VIII.     1 Mirari soleo cum uideo aliquos tempus petentes et eos qui rogantur facillimos; illud uterque spectat propter quod tempus petitum est, ipsum quidem neuter: quasi nihil petitur, quasi nihil datur. Re omnium pretiosissima luditur; fallit autem illos, quia res incorporalis est, quia sub oculos non uenit ideoque uilissima aestimatur, immo paene nullum eius pretium est. 2 Annua, congiaria homines carissime accipiunt et illis aut laborem aut operam aut diligentiam suam locant: nemo aestimat tempus; utuntur illo laxius quasi gratuito. At eosdem aegros uide, si mortis periculum propius admotum est, medicorum genua tangentes, si metuunt capitale supplicium, omnia sua, ut uiuant, paratos impendere! Tanta in illis discordia affectuum est! 3 Quodsi posset quem-admodum praeteritorum annorum cuiusque numerus proponi, sic futurorum, quomodo illi qui paucos uiderent superesse trepidarent, quomodo illis parcerent! Atqui facile est quamuis exiguum dispensare quod certum est; id debet seruari diligentius quod nescias quando deficiat. 4 Nec est tamen quod putes illos ignorare quam cara res sit: dicere solent eis quos ualdissime diligunt paratos se partem annorum suorum dare: dant nec intellegunt: dant autem ita ut sine illorum incremento sibi detrahant. Sed hoc ipsum an detrahant nesciunt; ideo tolerabilis est illis iactura detrimenti latentis. 5 Nemo restituet annos, nemo iterum te tibi reddet. Ibit qua coepit aetas nec cursum suum aut reuocabit aut supprimet; nihil tumultuabitur, nihil admonebit uelocitatis suae: tacita labetur. Non illa se regis imperio, non fauore populi longius proferet: sicut missa est a primo die, curret, nusquam deuertetur, nusquam remorabitur. Quid fiet? Tu occupatus es, uita festinat; mors interim aderit, cui uelis nolis uacandum est.

IX. 1 Potestne quicquam stultius esse quam quorundam sensus, hominum eorum dico qui prudentiam iactant? Operosius occupati sunt. Vt melius possint uiuere, impendio uitae uitam instruunt. Cogitationes suas in longum ordinant; maxima porro uitae iactura dilatio est: illa primum quemque extrahit diem, illa eripit praesentia dum ulteriora promittit. Maximum uiuendi impedimentum est exspectatio, quae pendet ex crastino, perdit hodiernum. Quod in manu fortunae positum est disponis, quod in tua, dimittis. Quo spectas? Quo te extendis? Omnia quae uentura sunt in incerto iacent: protinus uiue. 2 Clamat ecce maximus uates et uelut diuino horrore instinctus salutare carmen canit:

Optima quaeque dies miseris mortalibus aeui
Prima fugit.

"Quid cunctaris?", inquit, "Quid cessas? Nisi occupas, fugit." Et cum occupaueris, tamen fugiet: itaque cum celeritate temporis utendi uelocitate certandum est et uelut ex torrenti rapido nec semper ituro cito hauriendum. 3 Hoc quoque pulcherrime ad exprobrandam infinitam cogitationem quod non optimam quamque aetatem sed diem dicit. Quid securus et in tanta temporum fuga lentus menses tibi et annos in longam seriem, utcumque auiditati tuae uisum est, exporrigis? De die tecum loquitur et de hoc ipso fugiente. 4 Num dubium est ergo quin prima quaeque optima dies fugiat mortalibus miseris, id est occupatis? Quorum puerilis adhuc animos senectus opprimit, ad quam imparati inermesque perueniunt; nihil enim prouisum est: subito in illam necopinantes inciderunt, accedere eam cotidie non sentiebant. 5 Quemadmodum aut sermo aut lectio aut aliqua intentior cogitatio iter facientis decipit et peruenisse ante sciunt quam appropinquasse, sic hoc iter uitae assiduum et citatissimum quod uigilantes dormientesque eodem gradu facimus occupatis non apparet nisi in fine.

X. 1 Quod proposui si in partes uelim et argumenta diducere, multa mihi occurrent per quae probem breuissimam esse occupatorum uitam. Solebat dicere Fabianus, non ex his cathedrariis philosophis, sed ex ueris et antiquis, "contra affectus impetu, non subtilitate pugnandum, nec minutis uulneribus sed incursu auertendam aciem". Non probabat cauillationes: "enim contundi debere, non uellicari." Tamen, ut illis error exprobretur suus, docendi non tantum deplorandi sunt. 2 In tria tempora uita diuiditur: quod fuit, quod est, quod futurum est. Ex his quod agimus breue est, quod acturi sumus dubium, quod egimus certum. Hoc est enim in quod fortuna ius perdidit, quod in nullius arbitrium reduci potest. 3 Hoc amittunt occupati; nec enim illis uacat praeterita respicere, et si uacet iniucunda est paenitendae rei recordatio. Inuiti itaque ad tempora male exacta animum reuocant nec audent ea retemptare quorum uitia, etiam quae aliquo praesentis uoluptatis lenocinio surripiebantur, retractando patescunt. Nemo, nisi quoi omnia acta sunt sub censura sua, quae numquam fallitur, libenter se in praeteritum retorquet: 4 ille qui multa ambitiose concupiit superbe contempsit, impotenter uicit insidiose decepit, auare rapuit prodige effudit, necesse est memoriam suam timeat. Atqui haec est pars temporis nostri sacra ac dedicata, omnis humanos casus supergressa, extra regnum fortunae subducta, quam non inopia, non metus, non morborum incursus exagitet; haec nec turbari nec eripi potest; perpetua eius et intrepida possessio est. Singuli tantum dies, et hi per momenta, praesentes sunt; at praeteriti temporis omnes, cum jusseritis, aderunt, ad arbitrium tuum inspici se ac detineri patientur, quod facere occupatis non uacat. 5 Securae et quietae mentis est in omnes uitae suae partes discurrere; occupatorum animi, uelut sub iugo sint, flectere se ac respicere non possunt. Abit igitur uita eorum in profundum; et ut nihil prodest, licet quantumlibet ingeras, si non subest quod excipiat ac seruet, sic nihil refert quantum temporis detur, si non est ubi subsidat: per quassos foratosque animos transmittitur. 6 Praesens tempus breuissimum est, adeo quidem ut quibusdam nullum uideatur; in cursu enim semper est, fluit et praecipitatur; ante desinit esse quam uenit, nec magis moram patitur quam mundus aut sidera, quorum irrequieta semper agitatio numquam in eodem uestigio manet. Solum igitur ad occupatos praesens pertinet tempus, quod tam breue est ut arripi non possit, et id ipsum illis districtis in multa subducitur.

XI. 1 Denique uis scire quam non diu uiuant? Vide quam cupiant diu uiuere. Decrepiti senes paucorum annorum accessionem uotis mendicant: minores natu se ipsos esse fingunt; mendacio sibi blandiuntur et tam libenter se fallunt quam si una fata decipiant. Iam uero cum illos aliqua imbecillitas mortalitatis admonuit, quemadmodum pauentes moriuntur, non tamquam exeant de uita sed tamquam extrahantur. Stultos se fuisse ut non uixerint clamitant et, si modo euaserint ex illa ualetudine, in otio uicturos; tunc quam frustra parauerint quibus non fruerentur, quam in cassum omnis ceciderit labor cogitant. 2 At quibus uita procul ab omni negotio agitur, quidni spatiosa sit? Nihil ex illa delegatur, nihil alio atque alio spargitur, nihil inde fortunae traditur, nihil neglegentia interit, nihil largitione detrahitur, nihil superuacuum est: tota, ut ita dicam, in reditu est. Quantulacumque itaque abunde sufficit, et ideo, quandoque ultimus dies uenerit, non cunctabitur sapiens ire ad mortem certo gradu.

XII. 1 Quaeris fortasse quos occupatos uocem? Non est quod me solos putes dicere quos a basilica immissi demum canes eiciunt, quos aut in sua uides turba speciosius elidi aut in aliena contemptius, quos officia domibus suis euocant ut alienis foribus illidant, [aut] hasta praetoris infami lucro et quandoque suppuraturo exercet. 2 Quorundam otium occupatum est: in uilla aut in lecto suo, in media solitudine, quamuis ab omnibus recesserint, sibi ipsi molesti sunt: quorum non otiosa uita dicenda est sed desidiosa occupatio. Illum tu otiosum uocas qui Corinthia, paucorum furore pretiosa, anxia subtilitate concinnat et maiorem dierum partem in aeruginosis lamellis consumit? qui in ceromate (nam, pro facinus! ne Romanis quidem uitiis laboramus) spectator puerorum rixantium sedet? qui iumentorum suorum greges in aetatum et colorum paria diducit ? qui athletas nouissimos pascit? 3 Quid? Illos otiosos uocas quibus apud tonsorem multae horae transmittuntur, dum decerpitur si quid proxima nocte succreuit, dum de singulis capillis in consilium itur, dum aut disiecta coma restituitur aut deficiens hinc atque illinc in frontem compellitur? Quomodo irascuntur, si tonsor paulo neglegentior fuit, tamquam uirum tonderet! Quomodo excandescunt si quid ex iuba sua decisum est, si quid extra ordinem iacuit, nisi omnia in anulos suos reciderunt! Quis est istorum qui non malit rem publicam turbari quam comam suam? qui non sollicitior sit de capitis sui decore quam de salute? qui non comptior esse malit quam honestior? Hos tu otiosos uocas inter pectinem speculumque occupatos? 4 Quid illi qui in componendis, audiendis, discendis canticis operati sunt, dum uocem, cuius rectum cursum natura et optimum et simplicissimum fecit, in flexus modulationis inertissimae torquent, quorum digiti aliquod intra se carmen metientes semper sonant, quorum, cum ad res serias, etiam saepe tristes adhibiti sunt, exauditur tacita modulatio? Non habent isti otium, sed iners negotium. 5 Conuiuia me hercules horum non posuerim inter uacantia tempora, cum uideam quam solliciti argentum ordinent, quam diligenter exoletorum suorum tunicas succingant, quam suspensi sint quomodo aper a coco exeat, qua celeritate signo dato glabri ad ministeria discurrant, quanta arte scindantur aues in frusta non enormia, quam curiose infelices pueruli ebriorum sputa detergeant: ex his elegantiae lautitiaeque fama captatur et usque eo in omnes uitae secessus mala sua illos sequuntur, ut nec bibant sine ambitione nec edant. 6 Ne illos quidem inter otiosos numeraueris qui sella se et lectica huc et illuc ferunt et ad gestationum suarum, quasi deserere illas non liceat, horas occurrunt, quos quando lauari debeant, quando natare, quando cenare alius admonet: [et] usque eo nimio delicati animi languore soluuntur, ut per se scire non possint an esuriant. 7 Audio quendam ex delicatis (si modo deliciae uocandae sunt uitam et consuetudinem humanam dediscere), cum ex balneo inter manus elatus et in sella positus esset, dixisse interrogando: "Iam sedeo?" Hunc tu ignorantem an sedeat putas scire an uiuat, an uideat, an otiosus sit? Non facile dixerim utrum magis miserear, si hoc ignorauit an si ignorare se finxit. 8 Multarum quidem rerum obliuionem sentiunt, sed multarum et imitantur; quaedam uitia illos quasi felicitatis argumenta delectant; nimis humilis et contempti hominis uidetur scire quid facias: i nunc et mimos multa mentiri ad exprobrandam luxuriam puta. Plura me hercules praetereunt quam fingunt et tanta incredibilium uitiorum copia ingenioso in hoc unum saeculo processit, ut iam mimorum arguere possimus neglegentiam. Esse aliquem qui usque eo deliciis interierit ut an sedeat alteri credat! 9 Non est ergo hic otiosus, aliud illi nomen imponas; aeger est, immo mortuus est; ille otiosus est cui otii sui et sensus est. Hic uero semiuiuus, cui ad intellegendos corporis sui habitus indice opus est, quomodo potest hic ullius temporis dominus esse?

XIII 1 Persequi singulos longum est quorum aut latrunculi aut pila aut excoquendi in sole corporis cura consumpsere uitam. Non sunt otiosi quorum uoluptates multum negotii habent. Nam de illis nemo dubitabit quin operose nihil agant, qui litterarum inutilium studiis detinentur, quae iam apud Romanos quoque magna manus est. 2 Graecorum iste morbus fuit quaerere quem numerum Ulixes remigum habuisset, prior scripta esset Ilias an Odyssia, praeterea an eiusdem esset auctoris, alia deinceps huius notae, quae siue contineas nihil tacitam conscientiam iuuant, siue proferas non doctior uidearis sed molestior. 3 Ecce Romanos quoque inuasit inane studium superuacua discendi; his diebus audiui quendam referentem quae primus quisque ex Romanis ducibus fecisset: primus nauali proelio Duilius uicit, primus Curius Dentatus in triumpho duxit elephantos. Etiamnunc ista, etsi ad ueram gloriam non tendunt, circa ciuilium tamen operum exempla uersantur; non est profutura talis scientia, est tamen quae nos speciosa rerum uanitate detineat. 4 Hoc quoque quaerentibus remittamus quis Romanis primus persuaserit nauem conscendere (Claudius is fuit, Caudex ob hoc ipsum appellatus quia plurium tabularum contextus caudex apud antiquos uocatur, unde publicae tabulae codices dicuntur et naues nunc quoque ex antiqua consuetudine quae commeatus per Tiberim subuehunt codicariae uocantur) ; 5 sane et hoc ad rem pertineat, quod Valerius Coruinus primus Messanam uicit et primus ex familia Valeriorum, urbis captae in se translato nomine, Messana appellatus est paulatimque uulgo permutante litteras Messala dictus: 6 num et hoc cuiquam curare permittes quod primus L. Sulla in circo leones solutos dedit, cum alioquin alligati darentur, ad conficiendos eos missis a rege Boccho iaculatoribus? Et hoc sane remittatur: num et Pompeium primum in circo elephantorum duodeuiginti pugnam edidisse commissis more proelii noxiis hominibus, ad ullam rem bonam pertinet? Princeps ciuitatis et inter antiquos principes (ut fama tradidit) bonitatis eximiae memorabile putauit spectaculi genus nouo more perdere homines. Depugnant? Parum est. Lancinantur? Parum est: ingenti mole animalium exterantur! 7 Satius erat ista in obliuionem ire, ne quis postea potens disceret inuideretque rei minime humanae. O quantum caliginis mentibus nostris obicit magna felicitas! Ille se supra rerum naturam esse tunc credidit, cum tot miserorum hominum cateruas sub alio caelo natis beluis obiceret, cum bellum inter tam disparia animalia committeret, cum in conspectum populi Romani multum sanguinis funderet mox plus ipsum fundere coacturus; at idem postea Alexandrina perfidia deceptus ultimo mancipio transfodiendum se praebuit, tum demum intellecta inani iactatione cognominis sui. 8 Sed, ut illo reuertar unde decessi et in eadem materia ostendam superuacuam quorundam diligentiam, idem narrabat Metellum, uictis in Sicilia Poenis triumphantem, unum omnium Romanorum ante currum centum et uiginti captiuos elephantos duxisse; Sullam ultimum Romanorum protulisse pomerium, quod numquam prouinciali sed Italico agro adquisito proferre moris apud antiquos fuit. Hoc scire magis prodest quam Auentinum montem extra pomerium esse, ut ille affirmabat, propter alteram ex duabus causis, aut quod plebs eo secessisset aut quod Remo auspicante illo loco aues non addixissent, alia deinceps innumerabilia quae aut farta sunt mendaciis aut similia? 9 Nam ut concedas omnia eos fide bona dicere, ut ad praestationem scribant, tamen cuius ista errores minuent? cuius cupiditates prement? quem fortiorem, quem iustiorem, quem liberaliorem facient? Dubitare se interim Fabianus noster aiebat an satius esset nullis studiis admoueri quam his implicari.

XIV.      1 Soli omnium otiosi sunt qui sapientiae uacant, soli uiuunt; nec enim suam tantum aetatem bene tuentur: omne aeuum suo adiciunt; quicquid annorum ante illos actum est, illis adquisitum est. Nisi ingratissimi sumus, illi clarissimi sacrarum opinionum conditores nobis nati sunt, nobis uitam praeparauerunt. Ad res pulcherrimas ex tenebris ad lucem erutas alieno labore deducimur; nullo nobis saeculo interdictum est, in omnia admittimur et, si magnitudine animi egredi humanae imbecillitatis angustias libet, multum per quod spatiemur temporis est. 2 Disputare cum Socrate licet, dubitare cum Carneade, cum Epicuro quiescere, hominis naturam cum Stoicis uincere, cum Cynicis excedere. Cum rerum natura in consortium omnis aeui patiatur incedere, quidni ab hoc exiguo et caduco temporis transitu in illa toto nos demus animo quae immensa, quae aeterna sunt, quae cum melioribus communia? 3 Isti qui per officia discursant, qui se aliosque inquietant, cum bene insanierint, cum omnium limina cotidie perambulauerint nec ullas apertas fores praeterierint, cum per diuersissimas domos meritoriam salutationem circumtulerint, quotum quemque ex tam immensa et uariis cupiditatibus districta urbe poterunt uidere? 4 Quam multi erunt quorum illos aut somnus aut luxuria aut inhumanitas summoueat! Quam multi qui illos, cum diu torserint, simulata festinatione transcurrant! Quam multi per refertum clientibus atrium prodire uitabunt et per obscuros aedium aditus profugient, quasi non inhumanius sit decipere quam excludere! Quam multi hesterna crapula semisomnes et graues illis miseris suum somnum rumpentibus ut alienum exspectent, uix alleuatis labris insusurratum miliens nomen oscitatione superbissima reddent! 5 Hos in ueris officiis morari putamus, licet dicant, qui Zenonem, qui Pythagoran cotidie et Democritum ceterosque antistites bonarum artium, qui Aristotelen et Theophrastum uolent habere quam familiarissimos. Nemo horum non uacabit, nemo non uenientem ad se beatiorem, amantiorem sui dimittet, nemo quemquam uacuis a se manibus abire patietur; nocte conueniri, interdiu ab omnibus mortalibus possunt.

XV. 1 Horum te mori nemo coget, omnes docebunt; horum nemo annos tuos conterit, suos tibi contribuit; nullius ex his sermo periculosus erit, nullius amicitia capitalis, nullius sumptuosa obseruatio. Feres ex illis quicquid uoles; per illos non stabit quominus quantum plurimum cupieris haurias. 2 Quae illum felicitas, quam pulchra senectus manet, qui se in horum clientelam contulit! Habebit cum quibus de minimis maximisque rebus deliberet, quos de se cotidie consulat, a quibus audiat uerum sine contumelia, laudetur sine adulatione, ad quorum se similitudinem effingat. 3 Solemus dicere non fuisse in nostra potestate quos sortiremur parentes, forte nobis datos: bonis uero ad suum arbitrium nasci licet. Nobilissimorum ingeniorum familiae sunt: elige in quam adscisci uelis; non in nomen tantum adoptaberis, sed in ipsa bona, quae non erunt sordide nec maligne custodienda: maiora fient quo illa pluribus diuiseris. 4 Hi tibi dabunt ad aeternitatem iter et te in illum locum ex quo nemo deicitur subleuabunt. Haec una ratio est extendendae mortalitatis, immo in immortalitatem uertendae. Honores, monumenta, quicquid aut decretis ambitio iussit aut operibus exstruxit cito subruitur, nihil non longa demolitur uetustas et mouet; at iis quae consecrauit sapientia nocere non potest; nulla abolebit aetas, nulla deminuet; sequens ac deinde semper ulterior aliquid ad uenerationem conferet, quoniam quidem in uicino uersatur inuidia, simplicius longe posita miramur. 5 Sapientis ergo multum patet uita; non idem illum qui ceteros terminus cludit; solus generis humani legibus soluitur; omnia illi saecula ut deo seruiunt. Transiit tempus aliquod? hoc recordatione comprendit; instat? hoc utitur; uenturum est? hoc praecipit. Longam illi uitam facit omnium temporum in unum collatio.

XVI. 1 Illorum breuissima ac sollicitissima aetas est qui praeteritorum obliuiscuntur, praesentia neglegunt, de futuro timent: cum ad extrema uenerunt, sero intellegunt miseri tam diu se dum nihil agunt occupatos fuisse. 2 Nec est quod hoc argumento probari putes longam illos agere uitam, quia interdum mortem inuocant: uexat illos imprudentia incertis affectibus et incurrentibus in ipsa quae metuunt; mortem saepe ideo optant quia timent. 3 Illud quoque argumentum non est quod putes diu uiuentium, quod saepe illis longus uidetur dies, quod, dum ueniat condictum tempus cenae, tarde ire horas queruntur; nam si quando illos deseruerunt occupationes, in otio relicti aestuant nec quomodo id disponant ut extrahant sciunt. Itaque ad occupationem aliquam tendunt et quod interiacet omne tempus graue est, tam me hercules quam cum dies muneris gladiatorii edictus est, aut cum alicuius alterius uel spectaculi uel uoluptatis exspectatur constitutum, transilire medios dies uolunt. 4 Omnis illis speratae rei longa dilatio est; at illud tempus quod amant breue est et praeceps breuiusque multo, suo uitio; aliunde enim alio transfugiunt et consistere in una cupiditate non possunt. Non sunt illis longi dies, sed inuisi; at contra quam exiguae noctes uidentur, quas in complexu scortorum aut uino exigunt! 5 Inde etiam poetarum furor fabulis humanos errores alentium, quibus uisus est Iuppiter uoluptate concubitus delenitus duplicasse noctem; quid aliud est uitia nostra incendere quam auctores illis inscribere deos et dare morbo exemplo diuinitatis excusatam licentiam? Possunt istis non breuissimae uideri noctes quas tam care mercantur? Diem noctis exspectatione perdunt, noctem lucis metu.

XVII     I Ipsae uoluptates eorum trepidae et uariis terroribus inquietae sunt subitque cum maxime exsultantis sollicita cogitatio: "Haec quam diu?" Ab hoc affectu reges suam fleuere potentiam, nec illos magnitudo fortunae suae delectauit, sed uenturus aliquando finis exterruit. 2 Cum per magna camporum spatia porrigeret exercitum nec numerum eius sed mensuram comprenderet Persarum rex insolentissimus, lacrimas profudit, quod intra centum annos nemo ex tanta iuuentute superfuturus esset; at illis admoturus erat fatum ipse qui flebat perditurusque alios in mari alios in terra, alios proelio alios fuga, et intra exiguum tempus consumpturus illos quibus centesimum annum timebat. 3 Quid quod gaudia quoque eorum trepida sunt? Non enim solidis causis innituntur, sed eadem qua oriuntur uanitate turbantur. Qualia autem putas esse tempora etiam ipsorum confessione misera, cum haec quoque quibus se attollunt et super hominem efferunt parum sincera sint? 4 Maxima quaeque bona sollicita sunt nec ulli fortunae minus bene quam optimae creditur; alia felicitate ad tuendam felicitatem opus est et pro ipsis quae successere uotis uota facienda sunt. Omne enim quod fortuito obuenit instabile est: quod altius surrexerit, opportunius est in occasum. Neminem porro casura delectant; miserrimam ergo necesse est, non tantum breuissimam uitam esse eorum qui magno parant labore quod maiore possideant. 5 Operose assequuntur quae uolunt, anxii tenent quae assecuti sunt; nulla interim numquam amplius redituri temporis ratio est: nouae occupationes ueteribus substituuntur, spes spem excitat, ambitionem ambitio. Miseriarum non finis quaeritur, sed materia mutatur. Nostri nos honores torserunt? plus temporis alieni auferunt; candidati laborare desiimus? suffragatores incipimus; accusandi deposuimus molestiam? iudicandi nanciscimur; iudex desiit esse? quaesitor est; alienorum bonorum mercennaria procuratione consenuit? suis opibus distinetur. 6 Marium caliga dimisit? consulatus exercet; Quintius dictaturam properat peruadere? ab aratro reuocabitur. Ibit in Poenos nondum tantae maturus rei Scipio; uictor Hannibalis uictor Antiochi, sui consulatus decus fraterni sponsor, ni per ipsum mora esset, cum Ioue reponeretur: ciuiles seruatorem agitabunt seditiones et post fastiditos a iuuene diis aequos honores iam senem contumacis exilii delectabit ambitio. Numquam derunt uel felices uel miserae sollicitudinis causae; per occupationes uita trudetur; otium numquam agetur, semper optabitur.

XVIII.   1 Excerpe itaque te uulgo, Pauline carissime, et in tranquilliorem portum non pro aetatis spatio iactatus tandem recede. Cogita quot fluctus subieris, quot tempestates partim priuatas sustinueris, partim publicas in te conuerteris; satis iam per laboriosa et inquieta documenta exhibita uirtus est; experire quid in otio faciat. Maior pars aetatis, certe melior rei publicae datast: aliquid temporis tui sume etiam tibi. 2 Nec te ad segnem aut inertem quietem uoco, non ut somno et caris turbae uoluptatibus quicquid est in te indolis uiuidae mergas; non est istud adquiescere: inuenies maiora omnibus adhuc strenue tractatis operibus, quae repositus et securus agites. 3 Tu quidem orbis terrarum rationes administras tam abstinenter quam alienas, tam diligenter quam tuas, tam religiose quam publicas. In officio amorem consequeris, in quo odium uitare difficile est; sed tamen, mihi crede, satius est uitae suae rationem quam frumenti publici nosse. 4 Istum animi uigorem rerum maximarum capacissimum a ministerio honorifico quidem sed parum ad beatam uitam apto reuoca, et cogita non id egisse te ab aetate prima omni cultu studiorum liberalium ut tibi multa milia frumenti bene committerentur; maius quiddam et altius de te promiseras. Non derunt et frugalitatis exactae homines et laboriosae operae; tanto aptiora [ex]portandis oneribus tarda iumenta sunt quam nobiles equi, quorum generosam pernicitatem quis umquam graui sarcina pressit? Cogita praeterea quantum sollicitudinis sit ad tantam te molem obicere: cum uentre tibi humano negotium est; nec rationem patitur nec aequitate mitigatur nec ulla prece flectitur populus esuriens. Modo modo intra paucos illos dies quibus C. Caesar periit (si quis inferis sensus est) hoc grauissime ferens quod decedebat populo Romano superstite, septem aut octo certe dierum cibaria superesse! Dum ille pontes nauibus iungit et uiribus imperi ludit, aderat ultimum malorum obsessis quoque, alimentorum egestas; exitio paene ac fame constitit et, quae famem sequitur, rerum omnium ruina furiosi et externi et infeliciter superbi regis imitatio. 6 Quem tunc animum habuerunt illi quibus erat mandata frumenti publici cura, saxa, ferrum, ignes, Gaium excepturi? Summa dissimulatione tantum inter uiscera latentis mali tegebant, cum ratione scilicet: quaedam enim ignorantibus aegris curanda sunt, causa multis moriendi fuit morbum suum nosse.

XIX.      1 Recipe te ad haec tranquilliora, tutiora, maiora! Simile tu putas esse, utrum cures ut incorruptum et a fraude aduehentium et a neglegentia frumentum transfundatur in horrea, ne concepto umore uitietur et concalescat, ut ad mensuram pondusque respondeat, an ad haec sacra et sublimia accedas sciturus quae materia sit dei, quae uoluptas, quae condicio, quae forma; quis animum tuum casus exspectet; ubi nos a corporibus dimissos natura componat; quid sit quod huius mundi grauissima quaeque in medio sustineat, supra leuia suspendat, in summum ignem ferat, sidera uicibus suis excitet; cetera deinceps ingentibus plena miraculis? 2 Vis tu relicto solo mente ad ista respicere! Nunc, dum calet sanguis, uigentibus ad meliora eundum est. Exspectat te in hoc genere uitae multum bonarum artium, amor uirtutum atque usus, cupiditatum obliuio, uiuendi ac moriendi scientia, alta rerum quies.

XX. 1 Omnium quidem occupatorum condicio misera est, eorum tamen miserrima, qui ne suis quidem laborant occupationibus, ad alienum dormiunt somnum, ad alienum ambulant gradum, amare et odisse, res omnium liberrimas, iubentur. Hi si uolent scire quam breuis ipsorum uita sit, cogitent ex quota parte sua sit. 2 Cum uideris itaque praetextam saepe iam sumptam, cum celebre in foro nomen, ne inuideris: ista uitae damno parantur. Vt unus ab illis numeretur annus, omnis annos suos conterent. Quosdam antequam in summum ambitionis eniterentur, inter prima luctantis aetas reliquit; quosdam, cum in consummationem dignitatis per mille indignitates erepsissent, misera subiit cogitatio laborasse ipsos in titulum sepulcri; quorundam ultima senectus, dum in nouas spes ut iuuenta disponitur, inter conatus magnos et improbos inualida defecit. 3 Foedus ille quem in iudicio pro ignotissimis litigatoribus grandem natu et imperitae coronae assensiones captantem spiritus liquit; turpis ille qui uiuendo lassus citius quam laborando inter ipsa officia collapsus est; turpis quem accipiendis immorientem rationibus diu tractus risit heres. 4 Praeterire quod mihi occurrit exemplum non possum: Turannius fuit exactae diligentiae senex, qui post annum nonagesimum, cum uacationem procurationis ab C. Caesare ultro accepisset, componi se in lecto et uelut exanimem a circumstante familia plangi iussit. Lugebat domus otium domini senis nec finiuit ante tristitiam quam labor illi suus restitutus est. Adeone iuuat occupatum mori? 5 Idem plerisque animus est; diutius cupiditas illis laboris quam facultas est; cum imbecillitate corporis pugnant, senectutem ipsam nullo alio nomine grauem iudicant quam quod illos seponit. Lex a quinquagesimo anno militem non legit, a sexagesimo senatorem non citat: difficilius homines a se otium impetrant quam a lege. 6 Interim dum rapiuntur et rapiunt, dum alter alterius quietem rumpit, dum mutuo miseri sunt, uita est sine fructu, sine uoluptate, sine ullo profectu animi; nemo in conspicuo mortem habet, nemo non procul spes intendit, quidam uero disponunt etiam illa quae ultra uitam sunt, magnas moles sepulcrorum et operum publicorum dedicationes et ad rogum munera et ambitiosas exsequias. At me hercules istorum funera, tamquam minimum uixerint, ad faces et cereos ducenda sunt.


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